Un tirador solitario abrió fuego en el campus principal de la Universidad de Nevada, en Las Vegas, la mañana del miércoles, matando a tres personas e hiriendo a una cuarta antes de que la policía le diera de baja al asesino.
La policía se negó a identificar públicamente al agresor, llegando incluso a evitar cualquier mención del género del sospechoso, ni dio ninguna información sobre las cuatro víctimas alcanzadas por disparos, tres de ellas mortales, o su conexión con la universidad.
La víctima sobreviviente del disparo figuraba en condición estable, según el sheriff Kevin McMahill del Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas.
Dijo que varias otras personas sufrieron ataques de pánico durante el caos, y varios oficiales fueron tratados por heridas menores sufridas durante una búsqueda en el extenso campus en busca de víctimas o sospechosos adicionales. Al final no se encontró ninguno.
No se mencionó un posible motivo de la violencia y la policía no reveló el tipo de arma de fuego utilizada.
Vincent Pérez, profesor de la escuela, conocida por sus iniciales UNLV, dijo a los medios por teléfono que había escuchado muchos disparos antes de refugiarse en el campus.
«Yo diría que sólo siete, ocho disparos, uno tras otro, fuertes y muy fuertes», dijo. «Tan pronto como escuchamos eso, volvimos corriendo al interior y nos dimos cuenta de que se trataba de un tiroteo real y que había un tirador activo en el campus».
