TORONTO – Una mujer de Ontario de unos 40 años murió después de contraer COVID-19 de su esposo, quien se enfermó luego de ser obligado a trabajar a pesar de que había un brote de COVID-19 en la fábrica donde laboraba, manifestó su médico.
El Dr. Michael Warner, director médico de cuidados intensivos en el Hospital Michael Garron, explicó que al esposo de la mujer le dijeron que dado que el brote no se produjo entre los empleados de su turno, aún tenía que ir a trabajar y no tenía derecho a pagar si eligió no hacerlo.
Warner no ha identificado a la familia por razones de privacidad, pero sostuvo que está compartiendo su historia con la esperanza de que se puedan aprender lecciones sobre los brotes en lugares de trabajo esenciales.
Tampoco dio a conocer el nombre de la empresa para la que trabajaba el hombre.
«Le dijeron que fuera a trabajar a esta fábrica y obtuvo COVID, al igual que todos los demás en su turno, su contagio fue con la variante», afirmó Warner el domingo. «Lo trajeron a casa, su hija tuvo COVID y su esposa tuvo COVID».
Agregó que la mujer terminó gravemente enferma y fue ingresada en cuidados intensivos.
«Comenzó en una posición en la que podíamos hablar con ella, pero luego tuvimos que intubarla», sostuvo Warner. «Y luego se puso tan enferma que no pudimos mantenerla con vida con solo un ventilador».
Warner añadió que se necesitó un equipo de 17 personas para colocar a la mujer en una máquina de Oxigenación de Membrana Extracorpórea (ECMO), que se usa para transmitir oxígeno a las células sanguíneas cuando el pulmón está tan gravemente dañado que ya no puede hacerlo por sí solo.
Se utiliza como último recurso cuando un ventilador no es suficiente para tratar a un paciente.
Warner declaró que la mujer fue trasladada al Hospital General de Toronto, pero murió unas 24 horas después de su llegada.
