Los investigadores dicen que una idea para un megaproyecto radical que involucra una gran red de bombas de agua impulsadas por molinos de viento distribuidas por el Ártico podría revertir la dramática pérdida de hielo marino debido al cambio climático. Pero costará miles de millones y podría tener efectos secundarios desconocidos.
Uno de los efectos más graves del cambio climático es la dramática pérdida de hielo marino durante los veranos en el Océano Ártico. El hielo blanco y la nieve en la parte superior del mundo pueden reflejar hasta el 90 por ciento de la luz solar que cae sobre ella de nuevo al espacio, lo que a su vez ayuda a mantener el planeta fresco.
Si la actual tendencia de calentamiento continúa, sin embargo, el hielo de verano permanente en el Ártico desaparecerá en la década de 2030, posiblemente antes. A su vez, el agua de mar más oscura absorbería gran parte de la luz solar, acelerando el calentamiento global. Los científicos están preocupados porque eso podría desencadenar una reacción en cadena de otros efectos, como el derretimiento del permafrost, que libera metano – otro, más potente gas de efecto invernadero – agravando aún más el problema en un ciclo vicioso llamado bucle de retroalimentación.
Por supuesto, la mejor solución al problema es cortar la fuente del calentamiento planetario acelerado – la quema de combustibles fósiles. Pero los esfuerzos políticos, como el Acuerdo de París, que pretende frenar la producción de esos gases, probablemente no se adoptarán con la rapidez necesaria para salvar la capa de hielo permanente del Ártico.
Así que en lugar de esperar a que el mundo pase de los combustibles fósiles a las formas alternativas de producción de energía, los geoingenieros de la Universidad Estatal de Arizona están proponiendo una idea radical para salvar el hielo antes de que desaparezca. Están proponiendo una serie de bombas impulsadas por un molino de viento estacionadas alrededor del Ártico que bombearía agua desde abajo del hielo hacia la superficie, aumentando el crecimiento de hielo durante el invierno y compensando la pérdida de hielo durante el verano.
