Los trabajadores portuarios de BC votaron casi el 75% a favor de aceptar una oferta de contrato, poniendo fin a semanas de turbulentas acciones laborales que impidieron el envío de mercancías por valor de miles de millones de dólares.
En una declaración en el sitio web de International Longshore and Warehouse Union Canada, el presidente Rob Ashton declaró que los resultados de la última votación de ratificación dieron un 74,66% a favor del acuerdo.
El ministro federal de Trabajo, Seamus O’Regan, confirmó en un tuit que tanto la ILWU como la Asociación de Empleadores Marítimos de BC ratificaron el acuerdo, poniendo fin a la disputa.
O’Regan dice, sin embargo, que está ordenando a los funcionarios federales que revisen todo el caso para evitar que ocurra una interrupción del puerto de esta magnitud en el futuro.
La asociación de empleadores dice en un comunicado que ratificó el acuerdo de cuatro años, que “incluye aumentos en salarios, beneficios y capacitación que reconocen las habilidades y los esfuerzos de la fuerza laboral de la costa de BC”, el lunes.
No se han anunciado más detalles del acuerdo.
Los resultados llegan después de dos días de votación esta semana por la afiliación plena del sindicato, luego de que el sindicato y los empleadores anunciaran conjuntamente un acuerdo tentativo el domingo por la noche.
La decisión posterior emitida por la junta recordó a los presidentes locales de los sindicatos que si cambiaban de posición y no apoyaban el acuerdo después de haberlo acordado originalmente, podría considerarse una práctica laboral injusta.
La última votación sigue a cinco caóticas semanas en el puerto, comenzando el Día de Canadá con una huelga de 13 días, que congeló miles de millones en bienes en más de 30 terminales portuarias de BC y otros sitios relacionados.
La disputa intermitente impulsó a varios grupos empresariales y líderes políticos, incluida la primera ministra de Alberta, Danielle Smith, a pedir una legislación de regreso al trabajo.
Ambas partes han estado negociando desde febrero, siendo los principales puntos de discordia la protección de los puestos de trabajo de los trabajadores contra la automatización y la creciente subcontratación del trabajo de mantenimiento a terceros.
