La policía capturó a un hombre sospechoso de matar a tiros a cinco vecinos de Texas y liderar varias agencias en una cacería humana de cuatro días, después de que una pista los condujo a una casa en un pueblo cercano donde lo atraparon escondido debajo de la ropa, declararon los funcionarios.
El derramamiento de sangre estalló el viernes después de que los vecinos le pidieran al sospechoso que dejara de disparar su rifle semiautomático en su patio porque mantenía despierto a su bebé. En cambio, el hombre recargó y entró en la casa de al lado de inmigrantes hondureños, matando a cinco, incluido un niño de 8 años, maifestaron las autoridades.
El sospechoso había sido identificado como Francisco Oropesa, de 38 años, ciudadano mexicano que, según funcionarios de inmigración, había sido deportado de Estados Unidos cuatro veces desde 2009.
El alguacil del condado de San Jacinto, Greg Capers, manifestó a los periodistas que los funcionarios actuaron en base a una pista de una persona no identificada que ahora sería elegible para una recompensa de $80,000 ofrecida por información que condujera a su arresto.
Las víctimas fueron asesinadas en la ciudad de Cleveland, Texas, y el sospechoso fue arrestado en la ciudad de Cut and Shoot, Texas, aproximadamente a 17 millas (27 km) al oeste. Ambos están a unas 50 millas (80 km) al norte de Houston.
El arresto se produjo cuando el FBI dijo que estaba trabajando con las agencias policiales en todo el país y en México en una cacería humana ampliada de cuatro días.
A partir del domingo, el rastro del sospechoso se había enfriado, pero varias agencias se movilizaron rápidamente, uniéndose al departamento del alguacil y al FBI, al recibir la pista.
Oficiales del Servicio de Alguaciles de EE. UU., el Departamento de Seguridad Pública de Texas y la Unidad Táctica de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. llevaron a cabo el arresto aproximadamente una hora y 15 minutos después de recibir el aviso, dijo el agente especial adjunto del FBI a cargo, Jimmy Paul.
La mayoría de las víctimas recibieron disparos en la cabeza. Todos eran de Honduras y estaban entre las 10 personas que vivían en la dirección, pero no todos eran miembros de la familia, dijo Capers.
Las víctimas fueron identificadas como Sonia Argentina Guzmán, de 25 años; Diana Velázquez Alvarado, 21; Julisa Molina Rivera, 31; José Jonathan Casarez, 18; y Daniel Enrique Laso, 8.
