Los paraguayos comenzaron a votar el domingo en lo que podría ser el mayor desafío electoral para el conservador Partido Colorado en más de una década y con los largos lazos del país con Taiwán potencialmente en juego.
Los colegios electorales abrieron a las 7 am (1100 GMT) en lo que se espera sea una reñida contienda entre el candidato presidencial del Partido Colorado, Santiago Peña , un economista de 44 años, y el veterano político de 60 años Efraín Alegre, quien encabeza un amplia coalición de centro-izquierda y prometiendo una reorganización de la política exterior.
Además de la carrera presidencial de una ronda en la que el ganador se lo lleva todo, los votantes también eligen a miembros del Congreso y gobernadores en el país de menos de 7 millones de habitantes. Los primeros resultados se esperan alrededor de las 19:00 horas (23:00 GMT).
El Partido Colorado ha dominado la política en el país sudamericano sin salida al mar desde la década de 1950 y ha gobernado durante todos menos cinco de los últimos 75 años. Pero su popularidad se ha visto afectada por la desaceleración de la economía y las acusaciones de corrupción.
“Quiero un cambio, sí, pero no con Colorado, porque son ellos desde hace más de 70 años y estamos sufriendo”, dijo Miriam Sanabria, vendedora de comida en la capital, Asunción. “Necesitamos trabajo, mejor seguridad y medicinas gratis en los hospitales”.
La preparación para las elecciones ha estado dominada por la economía, las denuncias de corrupción y las opiniones de los candidatos sobre Taiwán . Paraguay es una de las 13 naciones que mantienen relaciones diplomáticas formales con la isla gobernada democráticamente que China considera su territorio.
Alegre ha criticado esos lazos, que han dificultado la venta de soja y carne de res a China, un importante comprador mundial, y ha dicho que la economía agrícola del país no recibe suficiente a cambio de Taipei.
Peña ha dicho que mantendría lazos con Taiwán.
Alegre dijo en una entrevista el domingo por la mañana que los votos emitidos serían monitoreados de cerca y que no «cedería» ante los intentos de impedir la participación ciudadana.
«Hasta ahora todos los reportes son positivos, el proceso se está llevando a cabo sin ninguna dificultad», dijo a la radio local ABC.
Por su parte, Peña dijo a los periodistas que uno de los grandes retos del país en esta elección es «que crezca el valor de la democracia».
En los eventos finales de la campaña, Alegre apuntó a las acusaciones de corrupción que han perseguido al líder del Partido Colorado, Horacio Cartes, un expresidente que fue sancionado por Estados Unidos en enero. Alegre lo llamó el «Pablo Escobar del Paraguay». Cartes niega las acusaciones.
Peña reconoció las divisiones del partido en su discurso de clausura de la campaña y prometió ser «un símbolo de la unidad del partido».
Catherine González, una estudiante, sintió que ninguno de los candidatos ofrecía las cosas que la mayoría de la gente normal necesitaba.
“Creo que están muy lejos de la realidad del día a día de la gente, la gente que usa el transporte público, la gente que gana el salario mínimo y debe sobrevivir, pagar el alquiler y mantener a su familia”, dijo.
