La tan esperada ‘Etapa 3’ le da la bienvenida a una reapertura prudente de la economía de la provincia. Para algunos propietarios, este es un gran paso para habilitar la totalidad de sus sitios, los cuales estuvieron cerrados desde marzo; generando incertidumbre entre el gremio.
«Hemos estado cerrados por cuatro meses», dijo Scott May, propietario de Bar Robo y Q Bar en Queen St. Fare, un restaurante con música en vivo. Agregó también que «nuestra primera reacción es: ‘vamos. Hagámoslo de inmediato. Reservemos espectáculos’. Pero en una reflexión seria, creo que debemos darnos cuenta de que hemos tomado una decisión [que viene con] un riesgo enorme «.
Temiendo un revés
May y Scott Ruffo, propietarios de The Brass Monkey, un salón de billar y música en vivo en Nepean, afirmaron que hay mucho en juego para los establecimientos, y la preocupación por hacer la reapertura, podría hacer que se comentan errores y se retroceda en la industria.
Con preocupación asegura que prepararse para una apertura en plena pandemia, significa tomar medidas de protección que resultan complicadas de aplicar, como en el caso de ellos, colocar un divisor entre el escenario y el público. Representando para los propietarios un posible retroceso en la industria.
En el caso de Montreal, después de la reapertura se presentó en un ligero aumento en el número de casos de COVI-19 recientemente 30 casos confirmados que estarían vinculados a la asistencia a nueve bares del sector.
Seguridad reforzada para establecimientos
Para poder reabrir al público, los sitios de entretenimiento deben adaptarse a medidas drásticas que mantengan la seguridad de sus visitantes y equipo de trabajo. Dentro de las condiciones deben asegurarse de mantener un máximo de clientes en el sitio, además de mantener una limpieza y seguridad para garantizar que los clientes de diferentes mesas no se mezclen.
