TORONTO – El gobierno de Ontario está considerando emitir una directiva que requeriría que todos los viajeros internacionales que lleguen al aeropuerto Pearson de Toronto se realicen una prueba de COVID-19.
Una fuente del gobierno aseguró que el Dr. David Williams, director médico de salud de Ontario, está estudiando la posibilidad de emitir una orden de la sección 22 bajo la Ley de Promoción y Protección de la Salud para exigir la realización de pruebas a los viajeros que lleguen desde fuera del país.
El premier Doug Ford ha pedido repetidamente a Ottawa que implemente pruebas obligatorias en el aeropuerto, a medida que surgían nuevas variantes del nuevo coronavirus en otros países.
La lenta respuesta del gobierno federal sobre el tema ha llevado a Ontario a considerar tomar medidas, declaró la fuente.
Ford también quiere que el gobierno federal imponga una prohibición temporal a los vuelos directos desde países donde se encuentran las variantes, así como a los vuelos con múltiples escalas en países con una variante conocida.
«Si bien hemos logrado un progreso constante a través de este programa piloto, miles de personas continúan pasando por Pearson cada semana sin ser examinados, lo que crea un riesgo real para todos los habitantes de Ontario», dijo Ford el martes.
«Es por eso que, además de las pruebas previas a la salida, le pedimos al gobierno federal que adopte las pruebas obligatorias a la llegada para todos los viajeros internacionales e imponga una prohibición temporal a los vuelos procedentes de países donde se detectan nuevas cepas de COVID-19», agregó.
La provincia también proporcionó una actualización sobre su proyecto piloto voluntario de prueba COVID-19 en el aeropuerto el martes. De las 6.580 pruebas realizadas, 146 dieron positivo, incluidas cuatro que se han examinado como posibles variantes del Reino Unido.
Según el gobierno federal, al menos 156 vuelos aterrizaron en Canadá entre el 10 de enero y el 23 de enero que tuvieron pasajeros que dieron positivo por COVID-19 después de llegar al país. 76 de esos vuelos aterrizaron en Toronto.
Los viajes internacionales se han relacionado con el 1.8% de todos los casos de COVID-19 en Ontario, según los datos recientes de la provincia.
Los alcaldes de los 11 municipios en el área metropolitana de Toronto y Hamilton se hicieron eco de Ford pidiendo medidas de viaje más estrictas.
El miércoles, la alcaldesa de Mississauga, Bonnie Crombie, aseveró que las pruebas obligatorias agregarían una capa adicional de protección comunitaria.
«Lo que está claro es que no hemos estado ni cerca de agotar todas las herramientas que tenemos en la lucha contra el COVID-19», aseguró Crombie en una conferencia de prensa.
