Nunavut ordenó un cierre inmediato debido a los crecientes casos de COVID-19 en varias comunidades.
El gobierno indicó el viernes que todas las reuniones en interiores están prohibidas y que todos los negocios no esenciales deben cerrar. Las bibliotecas, gimnasios, estadios e iglesias también deben estar cerrados. Los restaurantes se limitan solo a comida para llevar.
Ya no se permiten visitantes en hogares de cuidados a largo plazo ni en instalaciones para ancianos. Las guarderías pueden permanecer abiertas solo para los trabajadores esenciales. Y las escuelas permanecerán cerradas hasta al menos el 10 de enero.
Las reuniones al aire libre están limitadas a cinco personas.
Los cambios se producen un día después de que el territorio anunciara restricciones más estrictas en Iqaluit, cuando se confirmó un caso en una persona que no ha salido de la ciudad desde hace más de un mes.
«Con la introducción de COVID-19 en varias comunidades durante la semana pasada, debemos pasar a las restricciones de salud pública más estrictas en todo el territorio», sostuvo el viernes el Dr. Michael Patterson, director de salud pública del territorio, en un comunicado de prensa.
Patterson agregó que el cierre hará que la temporada navideña sea más difícil para muchos, «pero es necesario para la salud y seguridad de nuestras comunidades y seres queridos».
Los residentes de la comunidad pueden viajar a casa si son trabajadores esenciales y tienen una carta de exención de su empleador o del director de salud pública de Canadá.
También el viernes, la diputada del NDP Lori Idlout, que representa a Nunavut, explicó que dio positivo por COVID-19 el jueves.
“Después de enterarme de que recientemente fui un contacto cercano de alguien que dio positivo por COVID-19, seguí las medidas de salud pública aislándome y haciéndome la prueba lo más rápido que pude”, declaró en un comunicado.
Agregó que la gente debe mantener la calma ya que el territorio se ocupa de los casos de COVID-19 que aparecen en más comunidades.
