Desde hoy en Washington Canadá y México buscan proteger o sacar mejor provecho al tratado de libre comercio de Norteamérica, se sabe que no será una negociación fácil ya que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado claro su posición proteccionista y conservadora con respecto a este tratado el cual ha afirmado que es solo una “feria de comercio” donde Estados unidos ha llevado la peor parte.
La ministra de Relaciones Exteriores de Canada, Chrystia Freeland, dio a conocer la lista de las principales demandas de Canadá para un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La pequeña lista de Freeland, contrasta con la lista de deseos estadounidenses de más de 100 artículos:
La agenda canadiense incluye entre otros puntos los siguientes:
Un nuevo capítulo sobre normas laborales
El TLCAN original incluía una sección de trabajo que fue insertado en el acuerdo después de que Bill Clinton fuera elegido e insistió en algunos cambios. Los funcionarios en Canadá y los Estados Unidos han identificado una meta de reglas laborales más duras como por ejemplo Aumentar los salarios a los trabajadores mexicanos, de esa manera Canadá y Estados Unidos pueden competir en el mercado laboral para construir plantas de autos.
Un nuevo capítulo sobre normas medioambientales
Esto también fue añadido como una idea tardía al original TLCAN, colocado allí después de la elección de Clinton. Freeland dice que quiere un capítulo que garantice que ningún país puede debilitar la protección del medio ambiente para atraer inversiones. También dice que debe apoyar los esfuerzos contra el cambio climático.
Reformas al proceso de solución de controversias inversionista-estado
Específicamente, Freeland se refirió al Capítulo 11 – que involucra a las compañías que demanden a los gobiernos que hacen parte de este tratado. Dijo que quiere reformas para que «los gobiernos tengan un derecho inalcanzable a defender el interés público». Esto no debe confundirse con el capítulo 19, que regula las disputas entre empresas sobre el dumping, en casos como la madera blanda, y que la administración estadounidense podría tratar de eliminar.
Ampliar la contratación pública
Durante años, Canadá ha querido acabar con las reglas de “Buy American” (esta regla exige al gobierno de los Estados Unidos que prefiriera los productos fabricados en Estados Unidos en sus compras. Otras leyes federales extienden los requisitos similares a las compras de terceros que utilizan fondos federales, tales como construcción de autopistas y proyectos de construcción a nivel estatal y local). Para Freeland acabar con esta regla será nadar contra la corriente y a que el presidente Donald Trump confirmo en su campaña que el Buy American no es negociable.
Movimiento más libre de profesionales
El TLCAN incluye una lista de profesiones donde la gente puede obtener fácilmente una visa para trabajar a través de la frontera. El problema es que esta lista de profesionales es una lista vieja y no incluye nuevos profesionales que buscan oportunidades de empleo at través de la frontera
De igual forma, las compañías internacionales quieren ampliar esta lista para facilitar que los empleados se muden de una oficina a otra.
Proteger las exenciones culturales
Canadá insistió en las protecciones en el viejo acuerdo para las industrias culturales, como la publicación y la radiodifusión. El informe anual de los Estados Unidos sobre las barreras al comercio internacional enumera esto como algo irritante.
Mantener un proceso para regular las controversias antidumping y compensatorias, como el que se refiere a la madera blanda
Otros temas en la agenda canadiense buscan, Un nuevo capítulo sobre los derechos de género, Un nuevo capítulo sobre derechos indígenas, Proteger el sistema canadiense de gestión de la oferta de productos lácteos y aves de corral y regula las importaciones y los precios en este tema.
