Daniil Medvedev comenzó su campaña en el Abierto de Miami el viernes, sin embargo, el ruso tendrá dificultades para generar el tipo de interés reservado para un campeón defensor mientras los aficionados centran su atención en la incipiente rivalidad entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner.
Medvedev llegó a la escena del tenis tratando de aprovechar el monopolio de atención de los Tres Grandes ocupado por Roger Federer, Novak Djokovic y Rafa Nadal.
Mientras esa generación se aleja hacia el ocaso, Medvedev, ahora de 28 años, nuevamente se encuentra como el hombre extraño cuando el número dos del mundo, Alcaraz, y el campeón del Abierto de Australia, Sinner, incendian los estadios.
«Estoy tratando de atraparlos aquí y allá», dijo Medvedev en una conferencia de prensa el jueves. «Pero para mí siempre es un buen desafío cuando tenemos a estos jóvenes en ascenso, solo te hace ser mejor».
«Cuanto más juegue, más jóvenes vendrán y más intentaré adaptar mi juego y eso es lo que estoy tratando de hacer ahora».
Ahora bien, su talento es indiscutible con un currículum que incluye un título del Abierto de Estados Unidos y otras cinco apariciones en finales de Grand Slam.
Si algo ha frenado a Medvedev es su incapacidad para rendir consistentemente en los momentos más importantes, perdiendo dos veces en finales de Grand Slam ante Nadal y dos más ante Djokovic, quien no compite en el Abierto de Miami.
Siendo ganador de dos primeros sets contra Sinner en la final del Abierto de Australia, Medvedev se desmoronó y perdió los tres siguientes cuando el italiano consiguió su primera corona de Grand Slam.
No obstante, fue Alcaraz quien acabó con las esperanzas del ruso en las semifinales de Wimbledon el año pasado, mientras que el español también derrotó a Medvedev en las dos últimas finales de Indian Wells.
