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Los guardias fronterizos de EE.UU. se ven involucrados regularmente en casos de racismo

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Los guardias fronterizos de EE.UU. se ven involucrados regularmente en casos de racismo
Tres oficiales fronterizos estadounidenses estacionados en el cruce del Blue Water Bridge entre Ontario y Michigan han demandado al gobierno estadounidense alegando discriminación racial en la frontera. Al mismo tiempo, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles ha publicado datos que, según dice, prueban la discriminación por perfil racial en la frontera de Michigan.

Las acusaciones de discriminación racial en la frontera de Estados Unidos no son nada nuevo: una serie de incidentes reportados han aparecido en los titulares, incluida la avalancha de detenciones de viajeros nacidos en Irán el año pasado.

Lo que es más inusual es cómo esas acusaciones ahora provienen del interior de la agencia que supervisa la frontera de los Estados Unidos, y son de los propios oficiales fronterizos.

Están incluidos en una demanda contra el gobierno de Estados Unidos de tres oficiales apostados en un cruce fronterizo entre Michigan y Ontario.

Los oficiales son todos hombres negros, veteranos militares de EE.UU. y empleados de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP) en el cruce del Puente de Agua Azul entre Port Huron, Michigan y Sarnia, Ontario.

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Su demanda coincide con la publicación de datos sobre miles de registros de aprehensión que, según la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, demuestra un perfil racial flagrante en la frontera de Michigan.

«Lo he visto con mis propios ojos», aseguró Mikal Williams, uno de los tres agentes que presentaron la demanda hace varias semanas en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en la división sur del este de Michigan.

«Los viajeros de color están recibiendo más escrutinio».

Lo que alega la demanda

Los tres oficiales entablaron una acción legal contra el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, que supervisa la agencia fronteriza, y solicitarán a un tribunal que otorgue daños ejemplares y punitivos por un monto en dólares aún no especificado.

Sus acusaciones aún no han sido probadas en los tribunales.

La agencia fronteriza aún no ha presentado su respuesta a la demanda y un portavoz anunció que su política es no comentar sobre asuntos de litigio pendiente.

La demanda legal relata varias anécdotas en las que, según los demandantes, sus colegas blancos fueron más duros con las personas de color que ingresaban desde Canadá que con los blancos.

Un ejemplo en la presentación judicial involucra a 17 ciudadanos estadounidenses, todos hombres negros, que regresan a casa desde Toronto en camionetas que fueron detenidas. «Ellos fueron tratados sin respeto y fueron insultados, sólo por su raza», afirma la demanda.

Otro presunto episodio involucra a una familia negra de Texas que accidentalmente giró hacia el puente hacia Canadá y fue detenida después de dar la vuelta al automóvil para regresar al sur.

En la demanda se puede leer que los oficiales fronterizos llamaron al departamento de policía local cuando notaron que el conductor no tenía una licencia válida, lo que, dice, no es la forma en que se manejan incidentes similares que involucran a conductores blancos.

Luego, un supervisor amenazó al conductor con arrestarlo a menos que alguien viniera a la frontera para llevar su vehículo a casa, lo que, nuevamente, la demanda considera inusual.

«La gerencia hizo todo lo posible para que arrestaran a esta persona. No tenía órdenes judiciales ni antecedentes penales», aseguró Jermaine Broderick, uno de los demandantes.

«Detén a ese negro»

Otra familia fue detenida cuando salía de Estados Unidos. Era una familia estadounidense en el puente, dejando el país y dirigiéndose al norte hacia Canadá.

La demanda alega que un supervisor llamó a la familia de aspecto sospechoso y dice que la opinión se basó completamente en el hecho de que eran negros en un vehículo de lujo.

«Un oficial superior me ordenó ‘detén a ese negro'», confesó en una entrevista Johnny Grays, un veterano de 13 años de la agencia con ocho años de experiencia en el cruce de Port Huron.

«Se estaba refiriendo a una familia que cruzaba la frontera».

Grays explicó que detener a una familia negra sin ningún motivo lo traumatizó porque pensó en sus propios hijos cuando vio a los niños asustados en el vehículo.

La demanda alega que después de ese incidente, un supervisor de alto nivel en la frontera les dijo a los oficiales que hicieron un buen trabajo.

Cuando se le preguntó si había visto a los canadienses ser tratados injustamente, Grays declaró que «absolutamente»; y añadió que las personas de piel oscura, de una amplia gama de nacionalidades, tienden a ser más escrutadas.

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