Las provincias podrían recibir financiación para la salud pero con condiciones

El premier de Manitoba, Brian Pallister, afirmó que cuando se trata de financiamiento para la atención médica, las provincias no buscan que el gobierno federal sea su «banquero», sino un «socio».

Los premieres ciertamente no están buscando un banquero, porque estos generalmente aplican condiciones bastante estrictas a cualquier dinero que entregan, y generalmente esperan que usted lo devuelva.

Por las mismas razones, tampoco está claro cuánto quieren los premieres un «socio». El dinero que buscan es uno que pueden gastar sin que el gobierno federal pueda decir mucho al respecto.

Lo que realmente parecen estar buscando las provincias es un donante.

Puede ver el posible compromiso aquí: el gobierno federal aumenta los fondos mientras actúa como algo intermedio entre un donante y un socio. Pero debajo de la negociación política hay algunas preguntas a largo plazo sobre impuestos, gastos y deuda: preguntas sobre si los gobiernos en todos los niveles tendrán suficiente dinero para hacer lo que los ciudadanos quieren o necesitan que hagan en los años venideros.

Oficialmente, los premieres exigen que el gobierno federal les otorgue fondos suficientes a través de Canada Health Transfer (CHT) para cubrir el 35% de todos los costos de atención médica.

No hay nada particularmente mágico en el número: la última vez que las transferencias de efectivo federales cubrieron esa parte de los costos de salud fue a mediados de la década de 1970. Pero los premieres han decidido que se siente como un número justo, o una oferta de apertura suficientemente ambiciosa.

No existe ningún requisito de que los fondos de CHT se gasten en atención médica. En este momento, la financiación proporcionada por el CHT equivale a aproximadamente el 22% de todos los costos de salud incurridos por las provincias.

Espacio para el compromiso

Si bien los liberales podrían estar dispuestos a aumentar la transferencia incondicional hasta cierto punto, también tienen otras prioridades de atención médica que les gustaría perseguir: expandir la atención farmacéutica y mejorar las condiciones de la atención a largo plazo (incluido el compromiso con los nuevos estándares nacionales).

Si se juntan esas cosas, las provincias podrían terminar con una oferta para aumentar la contribución federal a través de una combinación de fondos condicionales e incondicionales, aunque tal vez no sea equivalente a $28 mil millones en dinero nuevo.

El líder conservador Erin O’Toole ha insistido en que estaría dispuesto a incrementar los traspasos sin condiciones. También se quedó corto en decir que un gobierno conservador en realidad aportaría los $28 mil millones.

Sin embargo, salvo que se produzca un cambio rápido de gobierno, los premieres podrían darse cuenta, como lo han hecho muchos antes que ellos, de que, en última instancia, están unidos.

Las provincias quieren dinero. El gobierno federal quiere avanzar en algunas prioridades que definen el legado; y es posible que el público no esté muy interesado en los argumentos jurisdiccionales en este momento.