El premier electo de Ontario, Doug Ford, prometio, en uno de sus disculsos, que su primer acto en la legislatura será eliminar el programa de límites máximos y comercio de la provincia.
«En Ontario, los días del impuesto al carbono están contados», anunció Ford en una conferencia de prensa en el Queen’s Park en Toronto.
Ford, que prestará juramento a finales de este mes, hizo campaña con la promesa de desmantelar el actual programa de límites e intercambio de Ontario, cuyo objetivo es reducir las emisiones de carbono y reducir los precios del gas en 10 centavos por litro. También prometió no traer ningún nuevo impuesto sobre el carbono para reemplazarlo.
«Prometí que haríamos la vida más asequible en Ontario. Prometí que reduciríamos los precios de la gasolina y eso haremos», dijo.
Ford planea hacer esto al mismo tiempo que reduce los gastos del gobierno en al menos $ 6 mil millones, reduciendo la tasa impositiva en el tramo impositivo de la clase media de la provincia, reduciendo la tasa impositiva corporativa y recortando significativamente los gatos de los residentes.
Pautas actuales de límites máximos y comercio
Cap-and-trade representó alrededor de $ 1.9 mil millones en ingresos el año pasado, mientras que el impuesto al combustible aporta $ 2.7 mil millones en ingresos.
Bajo la legislación actual de la provincia, un sistema adoptado por primera vez por Quebec en 2013, los ingresos se invirtieron en programas que reducen las emisiones y ayudan a las empresas y los consumidores a adaptarse a una economía baja en carbono.
El objetivo del sistema es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al establecer límites a la cantidad de contaminación que las empresas en ciertas industrias pueden emitir. Ciertos importadores de electricidad, distribuidores de gas natural y proveedores de combustible se encuentran entre los que deben participar.
Si estos grandes emisores superan esos límites, deben comprar un número igual de los llamados derechos de emisión en una subasta o de otras compañías que entran por debajo de sus límites.
«Las compañías estarán bastante contentas de que no paguen en el futuro», dijo Ford al ser presionado sobre la posibilidad de que la provincia reembolse a las empresas que pagaron los $ 1.9 mil millones en subsidios.
