Según los datos suministrados por la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá, más de 10.000 estadounidenses fueron rechazados durante la pandemia por esperar ingresar a Canadá, la mitad de estos a hacer compras, turismo o simplemente por recreación a pesar de la actual pandemia.
Si bien la otra mitad de estadounidenses fueron rechazados por «otros» motivos, que CBSA no amplió, un poco más de 2.700 tuvieron que regresar cuando esperaban cruzar por turismo, 1.200 por recreación y 500 para hacer compras.
Canadá cerró sus fronteras a los extranjeros a mediados de marzo, eximiendo a los residentes estadounidenses de las nuevas reglas. Pero en cuestión de días, la frontera solo permitió el acceso a viajes esenciales.
El acuerdo permite el para: el flujo de comercio, trabajadores extranjeros temporales y trabajadores vitales de atención médica como enfermeras que viven y trabajan en lados opuestos de la frontera.
No solo los estadounidenses han sido rechazados
Más de 1300 extranjeros no estadounidenses fueron rechazados en varios puertos de entrada por motivos de compras, turismo o recreación en el territorio canadiense.
«Se preguntará a todas las personas que lleguen a una de las fronteras canadienses ya sea aérea, terrestre, marítima o ferroviaria, sobre el propósito de su visita y si se sienten enfermas», comunicó la portavoz de CBSA Rebecca Purdy.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, algunos ciudadanos estadounidenses cruzaron la frontera y fueron multados en Canadá después de no seguir las normas de salud pública.
Si bien existe una exención que permite a los estadounidenses viajar a través de Canadá para llegar a Alaska, algunas personas han sido atrapadas utilizando esta escapatoria para romper las reglas canadienses.
Según el subdirector de salud pública, Dr. Howard Njoo, la mayoría de los viajeros que llegan a Canadá han estado dispuestos a cumplir con las reglas. Sin embargo, han presentado casos de desobediencia.
