Justo en Quebec, una provincia en la cual los movimientos independentistas siguen creciendo, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, declaró que «Canadá reconoce una España unida».
Trudeau hizo esa declaración en un acto público en respuesta a preguntas de los periodistas, después de que el Parlamento de la región española de Cataluña aprobara una resolución para desarrollar el marco legal de una «república» independiente de España.
El mandatario canadiense añadió que las discusiones que se produzcan entre España y Cataluña tienen que darse de acuerdo a las leyes y la Constitución españolas.
«Entendemos que hay significantes discusiones internas que se están produciendo ahora mismo y simplemente solicitamos que esas discusiones se hagan de acuerdo a la ley, de acuerdo a la Constitución española y de acuerdo a los principios de la ley internacional», explicó Trudeau.
El primer ministro canadiense añadió que «esas conversaciones y discusiones tienen que producirse de forma pacífica y sin violencia».
Las declaraciones de Trudeau se produjeron en la provincia canadiense de Quebec, donde existe un importante movimiento separatista.
El rechazo de Trudeau a la independencia de Cataluña contrasta con la declaración hoy del líder del separatista Partido Quebequés (PQ), Jean-Francois Lisée, que expresó en la red social Twitter el reconocimiento de su formación política a la secesión catalana.
