Casi dos docenas de personas han sido acusadas y se han incautado drogas por valor de $10 millones después de una investigación de 15 meses sobre presuntos grupos del crimen organizado en el área metropolitana de Toronto.
La investigación, denominada Proyecto Southam, comenzó en marzo de 2020 y terminó con la incautación y los arrestos importantes el 7 de julio.
Un grupo supuestamente importó y traficaba cocaína de Colombia oculta en textiles, mientras que el otro está acusado de conspirar para importar cocaína del Caribe y exportar cannabis ilícito de Canadá a Estados Unidos.
La policía incautó drogas por un valor estimado en la calle de casi $10 millones, $372.000 en efectivo y acusó a 22 hombres y mujeres de 139 delitos.
Uno de los presuntos miembros del crimen organizado trabajó con un agente hipotecario y el dueño de una farmacia para comprar una casa de $1.5 millones en el GTA.
La policía anunció que otro individuo presuntamente involucrado con ambos grupos del crimen organizado junto con otras dos redes de tráfico de drogas también operaba un negocio ilegal de esteroides y producía GHB.
Junto con 92 kilos de cocaína, 86 kilos de los cuales fueron importados en aviones desde el Caribe, la policía agregó que la investigación resultó en la incautación de un kilo de metanfetamina, 249 kilos de cannabis ilícito, 1.3 kilos de psilocibina, 255 gramos de MDMA, 980 pastillas de oxicodona y 255 gramos de ketamina.
Sukhjit Dhaliwal, de 47 años, es buscado por conspiración para exportar cannabis.
La investigación de 15 meses contó con la cooperación de siete agencias, incluida la OPP, la Policía Regional de York, la RCMP, los Servicios Fronterizos de Canadá, la Agencia de Ingresos de Canadá, el Centro de Análisis de Informes y Transacciones Financieras de Canadá (FINTRAC) y la Agencia de Control de Drogas de EE.UU.
«Continuaremos persiguiendo agresivamente a cualquiera que amenace la seguridad de nuestras comunidades y continuaremos trabajando de manera efectiva con nuestras agencias asociadas para hacerlo», indicó el comisionado adjunto de OPP, Chuck Cox.
“La sofisticación del crimen organizado y su red de cómplices requiere que las fuerzas del orden trabajen en colaboración ahora más que nunca”, agregó.
