Dondequiera que se encuentre en Canadá es probable que todavía no tenga en mente las temperaturas bajo cero, pero en medio de la pandemia de COVID-19, el invierno podría traer una gran cantidad de nuevos desafíos, y los expertos dicen que ahora es el momento de prepararse.
«Nadie está hablando del invierno», dijo Laura Rosella, profesora asociada de epidemiología en la Escuela de Salud Pública Dalla Lana de la Universidad de Toronto.
Cambios en la conducta humana por bajas temperaturas
Durante meses, nos han dicho que nos mantengamos separados para detener la propagación, pero las temperaturas frías obligarán a las personas a amontonarse en el interior.
Esta época es la más alta en resfriados y gripe, a lo que le sumamos los cambios en la salud mental debido al aislamiento y los que normalmente produce el invierno, mostrando así un panorama desastroso.
«Creo que va a ser muy difícil cuando la gente tenga que dejar a un lado situaciones de interacción social, porque representan un riesgo mucho mayor en un espacio cerrado», afirmó Rosella.
Riesgos que trae consigo la temporada
El Dr. Andrew Morris, especialista en enfermedades infecciosas del Sinai Health System y University Health Network en Toronto, dijo que los meses de invierno también significan riesgos adicionales para ir y venir del trabajo y la escuela, ya sea que se trate de personas obligadas a compartir el auto, tomar un autobús escolar o multitud en tránsito.
«Anticipo que comenzaremos a ver transmisiones que ocurren no necesariamente en el lugar de trabajo, sino que van hacia y desde el lugar de trabajo», dijo.
Entonces, ¿cómo pueden los canadienses mitigar los riesgos cuando la temperatura comienza a bajar, obligando a la gente cada vez más a entrar?
Vivienda, filtración, ambas claves, dicen los expertos
Los expertos dicen que las soluciones deben provenir de todos los niveles (formuladores de políticas, dueños de negocios e individuos) y deben abordar tanto los viajes esenciales que las personas necesitan hacer, como las inevitables reuniones sociales que los canadienses anhelan.
Definitivamente hay motivos de preocupación cuando se trata del diseño de edificios donde las personas pasarán más tiempo, dijo Linsey Marr, experta en la transmisión de virus por aerosol en Virginia Tech, en Blacksburg, Virginia.
Esto se debe a que es más difícil abrir las ventanas para mejorar el flujo de aire en muchas oficinas y escuelas una vez que bajan las temperaturas y se encienden los sistemas de calefacción.
Personas que luchan para mantener el distanciamiento físico
El Dr. Andrew Boozary, profesor asistente de la Escuela de Salud Pública Dalla Lana de la Universidad de Texas, dijo que los líderes políticos también deben asegurarse de que las personas que luchan por distanciarse físicamente de los demás tengan los apoyos adecuados, ya sea que ofrezcan vivienda a quienes se apiñan en refugios o garantizar que los trabajadores esenciales hayan pagado una licencia por enfermedad para tomarse un tiempo libre cuando sea necesario.
Las habitaciones de hotel para que las personas se recuperen del COVID-19, por ejemplo, pueden ser útiles para aquellos que no pueden aislarse en casa o en el sistema de refugio, pero Boozary dijo que eso es simplemente una solución provisional.
«Todos los niveles de gobierno van a necesitar una respuesta generacional en materia de vivienda», dijo.
Socializar al aire libre ‘tanto como sea posible’
También existe una creciente preocupación por el aspecto recreativo de la vida invernal y los obstáculos que enfrentan los canadienses para socializar cuando bajan las temperaturas.
«Necesitamos cambiar todos los aspectos de nuestra vida, y debemos volver a fomentar más la vida al aire libre y la recreación al aire libre», dijo Morris.
Tanto los dueños de negocios como los legisladores deberían buscar opciones de reunión de invierno, creando espacios para eventos que mantengan el flujo de aire mientras ofrecen un poco de refugio y calefacción al aire libre.
La temporada de gripe significa un ‘desafío’ adicional por delante
Durante una conferencia de prensa este mes, la directora de salud pública de Canadá, la Dra. Theresa Tam, enfatizó que los próximos meses serán un «período de desafío» dada la combinación de COVID-19 e influenza.
Pero algunos funcionarios de salud pública, incluido Tam, se muestran optimistas de que la aceptación generalizada y continua de sus consejos podría incluso prevenir esas enfermedades estacionales.
«Por lo que hemos visto en otros países, las medidas de salud pública como el distanciamiento físico también pueden ser efectivas contra la gripe, pero es probable que podamos ver más evidencia de esto una vez que termine la temporada de gripe en el hemisferio sur», agregó. El Dr. Vinita Dubey, oficial médico asociado de salud de Toronto, dijo en un comunicado.
Morris dijo que enfrentar este complejo conjunto de desafíos requiere aceptar un hecho clave: si bien las estaciones pueden estar cambiando, el virus detrás de COVID-19 no va a ninguna parte.
