Quebec fue la primera provincia de Canadá en imponer el uso obligatorio de mascarillas después del golpe de la pandemia de COVID-19, y este sábado se convirtió en la última provincia en pedir que los residentes usen mascarillas en la mayoría de los lugares públicos cerrados.
En vigor desde julio de 2020, la regla del uso de mascarillas expiró a las 00:01 horas, lo que permite a los clientes de tiendas, bares, restaurantes, gimnasios y centros comerciales, junto con estudiantes de escuelas primarias y secundarias, usar una mascarilla solo si así lo desean.
Sin embargo, el enmascaramiento sigue siendo obligatorio en el transporte público y en los centros de atención médica. Las personas que contraigan la COVID-19 deberán usar una máscara en público mientras se recuperan, y las empresas pueden establecer sus propias reglas en el lugar de trabajo.
El ministro de Salud, Christian Dubé, dijo el viernes que algunos quebequenses seguirán usando máscaras en público y que se debe respetar su elección personal.
Se recomienda el uso de máscaras para las personas vulnerables, incluidas las personas inmunocomprometidas. La Asociación de Pacientes Inmunodeficiencias de Québec, representa a personas con trastornos inmunológicos, explica que los residentes en riesgo están preocupados por tener que navegar por terrenos difíciles.
Agregaron que si bien muchas personas pueden sentir que la sociedad está volviendo a la normalidad, ese no es el caso para todos.
Por respeto a los más vulnerables, las 1.900 farmacias de la provincia piden a los clientes que usen mascarilla cuando se acerquen a los mostradores de medicamentos. Bertrand Bolduc, presidente de la orden de farmacéuticos de Quebec, explicó que muchos clientes sufren una variedad de dolencias y se consideran en riesgo de COVID-19.
Toby Lyle, propietario y cofundador de Burgundy Lion Group, que opera varios bares y restaurantes en Montreal, aseveró que el cambio de la regla de enmascaramiento es “definitivamente un alivio”. Dijo que a su personal le resultaba cada vez más difícil decirles a los clientes que se mantuvieran las máscaras puestas.
Lyle agregó que al personal se le permitirá continuar usando máscaras si así lo desean, al igual que los clientes.
En cuanto a los restaurantes, un representante de la asociación de la industria expuso que los propietarios están felices de tener otra medida después de dos años de lidiar con reservas obligatorias, reglas de capacidad y pasaportes de vacunas.
El Dr. André Veillette, inmunólogo del Instituto de Investigación Clínica de Montreal, dijo que cree que hubiera sido mejor mantener las máscaras en su lugar hasta que los indicadores de COVID-19 fueran más bajos.
