Los empleados que trabajen en las plantas de Toyota en Canadá deberán hacerse una prueba de COVID-19 semanal a partir del próximo mes.
«Estamos aumentando aún más nuestras precauciones de seguridad existentes al agregar pruebas confidenciales y no invasivas para todos los empleados y proveedores que trabajan en el sitio», se lee en una parte del comunicado de la compañía.
El nuevo plan de pruebas incluye la planta de Toyota en Cambridge.
Algunos trabajadores están preocupados por lo que sucederá si se niegan a hacerse la prueba.
«Hasta donde tengo entendido, sería una licencia sin goce de sueldo», explicó el líder del equipo, Lee Sperduti. «La gente está un poco preocupada por eso porque es como torcerse el brazo y tomar una prueba si sienten que no quieren hacer una».
La compañía agregó que trabajará con cualquier persona que no pueda hacerse una prueba por razones médicas o religiosas, caso por caso.
Muneeza Sheikh, un abogado laboralista de Toronto, explicó que la política es legalmente sólida siempre que la empresa sea razonable.
«Y vinculado de una manera responsable a su negocio y no prevalece sobre los derechos humanos de un empleado», sostuvo Sheikh.
Toyota no está sindicalizado. Los trabajadores esperan obtener más claridad de la dirección en un futuro próximo.
«La mejor manera de superarlo es ser muy abierto con los miembros del equipo, en lo que han hecho un trabajo bastante bueno», aseveró Sperduti. «Pero, el hecho es que todavía hay demasiadas preguntas en este momento y no hay muchas respuestas concretas».
La compañía comenzó a ofrecer pruebas voluntarias en diciembre. Las pruebas obligatorias comienzan el 1 de abril.
