Varios miles de personas se reunieron el sábado en el centro de Montreal para escuchar discursos de teóricos de la conspiración y activistas contra las vacunas, en una de las manifestaciones más grandes hasta la fecha contra la respuesta del gobierno de Quebec a la pandemia de COVID-19.
La marcha comenzó frente a la oficina de Montreal del primer ministro François Legault, y en un momento se extendió por más de seis cuadras de la ciudad. Atrajo a personas de todas las edades y de una amplia variedad de mentalidades.
Los símbolos más populares en la protesta, ya sea en camisetas, carteles o banderas, pertenecían a QAnon, una teoría de la conspiración de extrema derecha iniciada en los Estados Unidos que afirma que una cábala satánica y pedófila controla secretamente al gobierno de los Estados Unidos, si no al el mundo entero.
QAnon fue etiquetado como un riesgo para la seguridad nacional por el FBI en 2019 después de que las personas comenzaron a cometer actos de violencia basados en la creencia errónea de que la teoría es cierta.
La marcha del sábado culminó con una concentración densamente concurrida frente al edificio de Radio-Canada. Los oradores acusaron al gobierno de reaccionar de forma exagerada a la amenaza del COVID-19 y de mentir sobre el peligro de la enfermedad, que ha matado a casi 5.800 personas en Quebec.
«Acuso [a los funcionarios] de salud pública de manipular las cifras desde el comienzo de la pandemia para justificar la detención de nuestra economía», dijo a la multitud Jean-Jacques Crèvecœur, un activista antivacunas conocido en Europa.
Otros oradores incluyeron a Stéphane Blais, quien cree que la pandemia es parte de un «golpe internacional» y Lucie Laurier, una actriz mejor conocida por sus papeles menores en las películas Bon Cop / Bad Cop . Se ha convertido en la portavoz más reconocida del movimiento antienmascaramiento de Quebec.
Quebec lucha por frenar las infecciones
La manifestación del sábado coincidió con la entrada en vigor de nuevos poderes policiales en la provincia, que permiten a los agentes multar a las personas por negarse a usar máscaras dentro de los edificios públicos.
Es una de varias medidas pequeñas y específicas que el gobierno de Legault introdujo la semana pasada en un esfuerzo por controlar otro aumento en las infecciones por COVID-19.
Después de un período de varias semanas en el que los casos nuevos diarios en la provincia rondaban o por debajo de los 100, el número de casos nuevos comenzó a aumentar a fines de agosto. El sábado se reportaron 244 nuevos casos, la mayor cantidad desde el 4 de junio.
Geneviève Guilbault, viceprimera ministra de Quebec, instó a los manifestantes a seguir la mayor cantidad posible de pautas de salud pública a pesar de su oposición.
«Cuando estén afuera, les pedimos a las personas que se mantengan a dos metros de distancia, y cuando eso no sea posible, que usen una máscara», dijo Guilbault a Radio-Canada el sábado por la tarde.
«Entiendo que es una demostración anti-máscara, pero las reglas son para todos, así que le pedimos a la gente que las obedezca».
