Buenos Aires, 17 nov (EFE).- En su camino a la Casa Rosada, los candidatos han enunciado sus planes para temas cruciales como pobreza, dólar e inflación, pero a dos días del cierre de campaña y a cinco de la segunda vuelta electoral aún evitan precisar cómo lograrán sus objetivos.
Con estrategias muy distintas, el oficialista Daniel Scioli, del gobernante Frente para la Victoria, y el conservador Mauricio Macri, de Cambiemos, que parte como favorito en las encuestas, pelean cada voto ante la cita del próximo domingo.
El primero profundiza en la llamada «campaña del miedo», acusando a Macri de ocultar supuestos planes para aplicar políticas de ajuste, mientras que el líder de Cambiemos apela en sus mensajes a la confianza que generará el viento del cambio.
La economía, uno de los temas que más preocupan a los argentinos, ha sido uno de los ejes de sus campañas.
Mientras Macri promete levantar las restricciones al cambio de divisas, el llamado «cepo al dólar», el primer día de su Gobierno, Scioli advierte que la medida supondría una devaluación que impactaría de lleno en la economía y apuesta por mecanismos graduales para estabilizar el mercado cambiario.
En la agenda de Macri está la «pobreza cero», un objetivo que logrará, asegura, con el impulso a la creación de empleo y el crecimiento y la atención a las pequeñas y medianas empresas del país.
También ha prometido «el plan de infraestructura más importante de la historia» argentina, construir un millón de viviendas, abrir el mercado de las importaciones y conectar las economías provinciales.
Para ganarse al sector agrario, prometió rebajar, y en algunos casos eliminar, las retenciones sobre la exportaciones de granos.
Aunque su partido se opuso en el Congreso a la nacionalización de YPF y Aerolíneas Argentinas impulsada por el kirchnerismo, Macri sostiene que en su Gobierno las dos empresas seguirán bajo gestión estatal.
También asegura la continuidad de políticas de ayudas y subsidios, como la Asignación Universal por Hijo, principal bandera social del kirchnerismo, que el candidato conservador considera un «derecho adquirido».
En materia educativa, propone clases de inglés desde el primer año en la escuela primaria, y diseño, robótica y programación en secundaria.
Macri ha sido tajante en materia de política exterior: derogará el acuerdo firmado entre Argentina e Irán para investigar el atentado contra la mutualista judía AMIA, y buscará la suspensión de Venezuela en Unasur y Mercosur por «los abusos», «los presos políticos» y «la participación de militares en el Gobierno».
Como su rival, Scioli no ha quedado al margen de las promesas indefinidas.
Insiste en «la agenda del desarrollo», en buscar inversiones para el país, incrementar la competitividad de las economías regionales y controlar la inflación mientras da prioridad al mercado interno.
Scioli se muestra como el verdadero garante de la «continuidad» de la gestión de Fernández, especialmente en medidas vinculadas a la educación, la ciencia y la tecnología.
«Soy el presidente del conocimiento», dijo hoy en un encuentro con científicos, intelectuales y rectores de universidades en la ciudad de Buenos Aires.
Scioli plantea «avanzar en la calidad educativa» a través de la universalización de la sala de 3 años, la doble escolaridad en secundaria y la orientación de «la educación al mundo del trabajo».
Además, ha prometido llevar a nivel nacional la ley de fertilización gratuita asistida para las parejas que buscan tener hijos, el «orgullo» de su gestión en la provincia de Buenos Aires.
Para la analista Celia Kleiman, de Polldata, los dos candidatos son «políticos de centroderecha o centro moderado», por lo que en general no se ven «grandes diferencias» en sus propuestas.
Además, ambos quieren retomar la agenda de Sergio Massa, quien el pasado 25 de octubre quedó en el tercer puesto en la primera vuelta con un atractivo caudal del 21 por ciento de los votos.
Asumiendo las propuestas de Massa, los dos candidatos aseguran que elevarán las pensiones mínimas y reforzarán la lucha contra el narcotráfico.
«Tolerancia cero al narcotráfico» y «blindaje total a las fronteras», promete Scioli, mientras Macri adelantó que pretende crear una agencia especializada contra el crimen organizado, con competencias sobre delitos de trata de personas, tráfico de armas, lavado de dinero y corrupción.
