La segunda mayor aerolínea de Canadá, WestJet, confirmo, que casi la mitad de sus empleados van a dejar la compañía debido a la pandemia de coronavirus, mientras busca sobrevivir hasta que las cosas se estabilicen.
WestJet dijo que 6.900 empleados se van, 90% de ellos voluntariamente. La compañía tenía 14.000 empleados antes del anuncio.
El director general Ed Sims dijo en una declaración que entre los que se van hay retiros tempranos, renuncias y despidos voluntarios e involuntarios.
La compañía afincada en Calgary, Alberta, canceló todos los vuelos internacionales por 30 días y, al igual que Air Canada, redujo drásticamente la capacidad en vuelos nacionales.
Sims dijo que la compañía envió un comunicado la semana pasada en el que les pidió a los empleados su respaldo para la supervivencia de la aerolínea seleccionando una de varias opciones, incluyendo licencia sin sueldo, retiro adelantado, renuncia voluntaria, semana laboral acortada y paga reducida.
“Es a través de estos sacrificios de los trabajadores de WestJet que podemos preservar un núcleo de personas que seguirán empleadas para prepararse para el momento en que se estabilice la situación y podamos ascender de nuevo”, dijo.
Añadió que el equipo ejecutivo de WestJet recibirá una reducción de 50% en sus salarios, mientras que vicepresidentes y directores han recibido un recorte de 25%. Dijo además que está en contacto con los gobiernos provincial y federal para informarles sobre la severidad del problema.
Carlos de Inglaterra, heredero al trono de Gran Bretaña, dio positivo al nuevo coronavirus, dijo su oficina el miércoles.
El príncipe de 71 años presentaba síntomas leves del COVID-19, la enfermedad causada por el virus, y estaba aislado en una propiedad de la familia real en Escocia, explicó Clarence House.
Su esposa Camila, de 72 años, dio negativo a la prueba, agregó la oficina.
“El príncipe de Gales ha dado positivo al coronavirus”, dijo Clarence House en un comunicado. “Ha mostrado síntomas leves pero, por lo demás, se mantiene en buen estado de salud y ha estado trabajando desde casa durante los últimos días como es costumbre”.La Asociación de Prensa de Gran Bretaña, citando una fuente, dijo que el príncipe y la duquesa estaban de buen ánimo, y que Carlos no estaba postrado en una cama.
Las pruebas fueron realizadas por el Servicio Nacional de Salud en Escocia.
“No es posible determinar dónde se contagió el príncipe dado el elevado número de compromisos que tuvo en su agenda pública en las últimas semanas”, indicó su oficina.
La reina Isabel II, de 93 años, seguía en su casa en Windsor con el duque de Edimburgo de 98 años, según el Palacio de Buckingham.
“Su Majestad la reina permanece saludable”, dijo el palacio. “La reina vio por última vez al príncipe de Gales brevemente tras la investidura la mañana del 12 de marzo y sigue todos los consejos apropiados con relación a su bienestar”.
El príncipe Felipe no estaba con la reina cuando ésta vio por última vez a Carlos.
El último compromiso público de Carlos fue el 12 de marzo. Ha tenido un número de reuniones privadas, y los participantes de esas sesiones han sido informados sobre su condición.
Carlos asistió a una mesa redonda el 10 de marzo con el príncipe Alberto II de Mónaco, que desde entonces ha dado positivo al COVID-19. No se cree que el príncipe británico y Alberto estrecharon manos ese día en la cumbre de WaterAid en Londres.
En semanas recientes, Carlos ha sido fotografiado haciendo el gesto de namaste, con las manos presionadas juntas a la altura del pecho, en eventos públicos que incluyen el servicio del Commonwealth en la Abadía de Westminster el 9 de marzo. Dicho evento fue el último compromiso formal del príncipe Enrique y su esposa Meghan.
Los Juegos Olímpicos de Tokio fueron pospuestos hasta el próximo año mientras las muertes y casos por el nuevo coronavirus aumentaban en Europa y Estados Unidos el martes.
En tanto, los precios de las acciones subieron debido a que los legisladores de Estados Unidos concretaron un acuerdo de casi 2 billones de dólares para ayudar a los negocios y a los ciudadanos estadounidenses a superar la crisis.
En otras partes del mundo, la India _que cuenta con 1.300 millones de habitantes o una sexta parte de la población de la Tierra_ ordenó el cierre más grande del orbe. El rayo de esperanza sobre que Italia podría estar superando el brote se esfumó luego de que las autoridades reportaron un aumento en los casos nuevos y muertes. Y España tenía tantos cadáveres que se apoderó de una pista de hielo para almacenarlos.
Más de 400.000 personas se han contagiado en todo el mundo y más de 18.000 han muerto, de acuerdo con el conteo de la Universidad Johns Hopkins.
En la ciudad de Nueva York, que actualmente vive uno de los brotes más grandes, las autoridades se apresuraban a instalar miles de camas de hospital para posibles víctimas. Pero el número de casos se está duplicando cada tres días, amenazando con inundar las unidades de terapia intensiva de la ciudad en las próximas semanas, dijo el gobernador Andrew Cuomo. El estado de Nueva York ha registrado más de 200 muertes, o un tercio del total de Estados Unidos.
“Uno de los expertos me dijo que estábamos viendo un tren de carga que atravesaba el país”, comentó el gobernador. “Ahora, estamos viendo un tren bala”.
Cuomo propuso que el país envíe miles de respiradores a la ciudad de Nueva York, ya que según dijo, la zona metropolitana necesita 30.000 de estos, y exigió que el presidente Donald Trump utilizara la autoridad de tiempos de guerra para obligar a los fabricantes a que los produzcan.
“La gente dice que es una guerra. Es una guerra. ¡Entonces actúe como si fuera una guerra!”, señaló.
Trump invocó la Ley de Producción de Defensa para frenar la acumulación, pero se ha mostrado renuente a utilizarla para obligar a las compañías a fabricar suministros médicos. El vicepresidente Mike Pence comentó a la cadena Fox News que se han enviado 2.000 respiradores a Nueva York y se mandarán 2.000 más el miércoles.
Por otra parte, el Comité Olímpico Internacional postergó los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020 hasta el verano de 2021 a más tardar, siguiendo la recomendación del primer ministro japonés. Eso podría representar un duro golpe económico para Japón y podría alterar los regímenes de entrenamiento de los atletas, quizás costándole a algunos de ellos la oportunidad de conquistar una medalla.
En Washington, los principales legisladores y funcionarios de la Casa Blanca dijeron que esperaban alcanzar un acuerdo durante el día sobre un paquete para apuntalar los negocios y enviar cheques de asistencia a los estadounidenses de 1.200 dólares por persona o de 3.000 dólares por cada familia de cuatro integrantes.
Los precios de las acciones subieron en todas partes del mundo como resultado de las noticias. En Wall Street, el promedio industrial Dow Jones ganó más de 2.100 puntos, u 11,4%, su mayor ganancia porcentual en un día desde 1933, durante la Depresión.
Debido a que las vidas de los estadounidenses y sus medios de subsistencia penden de un hilo, Trump dijo que esperaba que el país volviera a sus actividades normales en menos de tres semanas. “Me encantaría tener al país abierto y en acción para la Semana de Pascua”, comentó durante una entrevista virtual con Fox News.
Pero como los casos confirmados en Estados Unidos se acercan a los 50.000, incluidas más de 600 muertes, los expertos de salud pública advirtieron que eso podría ser un error.
En tanto, España registró un aumento récord de casi 6.000 infecciones nuevas en las últimas 24 horas y un repunte de más de 500 en la cifra de muertes, para cerca de 2.700 en total.
El país comenzó a almacenar cuerpos en una pista de hielo convertida en morgue hasta que puedan ser enterrados o incinerados. De igual forma, los soldados que desinfectaban las casas para ancianos del país descubrieron a adultos mayores viviendo entre los cadáveres de supuestas víctimas de coronavirus. Los fiscales abrieron una investigación al asunto.
El ministro del Interior de España dijo que la policía ha arrestado a más de 900 personas por desafiar la orden del gobierno para que permanezcan en casa.
En Francia, las autoridades informaron que el virus había provocado 240 decesos, aumentando la cifra de muertes del país a 1.100.
En Italia, un aumento en el número de muertes y casos nuevos en las últimas 24 horas esfumó la esperanza que se había creado tras dos días de disminuciones. Los 743 decesos reportados el martes elevaron el total de Italia por encima de los 6.800, la mayor cantidad de cualquier país.
“Ay de quien baje la guardia”, comentó el ministro de salud Roberto Speranza. “Ahora, más que nunca, se necesita el compromiso de todos”.
En un cambio evidente en la crisis, cerca del 85% de los casos nuevos provienen de Europa y Estados Unidos. De hecho, las autoridades chinas dijeron que finalmente pondrían fin al cierre de dos meses en la provincia de Hubei, donde estalló el brote.
Margaret Harris, portavoz de la Organización Mundial de la Salud, dijo que se prevé que los casos en todo el mundo aumenten “significativamente”.
“Sólo para ponerlo en proporción: Tomó dos años en el peor brote de ébola que tuvimos, el de África Occidental, para alcanzar las 11.000 muertes”, señaló.
En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos. Pero en algunos, sobre todo en adultos mayores y personas con enfermedades preexistentes, puede causar afecciones más graves, como neumonía. Más de 100.000 se han recuperado.
Las casas de diseño francés Yves Saint Laurent y Balenciaga cambiarán su línea de alta costura a la producción de máscaras faciales quirúrgicas para ayudar a los países en la prevención del coronavirus, dijo su casa matriz Kering.
«Los talleres franceses de las casas de Kering, Balenciaga e Yves Saint Laurent, se están preparando para fabricar máscaras mientras cumplen con las más estrictas medidas de protección de la salud para los miembros de su personal», dijo Kering en un comunicado publicado en su sitio web.
La producción comenzará «tan pronto como el proceso de fabricación y los materiales hayan sido aprobados por las autoridades pertinentes», dijo.
Kering también dijo que compraría tres millones de máscaras de China y las importaría para los servicios de salud franceses.
Por su parte Gucci, se ha comprometido a donar 1.1 millones de máscaras y 55,000 batas médicas protectoras para ayudar a la lucha de Italia contra el coronavirus, según el comunicado.
Kering dijo recientemente que esperaba perder varios cientos de millones de euros en el primer trimestre de 2020 debido a la pandemia mundial, con cientos de millones de personas en todo el mundo en confinamiento domiciliario.
Su rival francés, LVMH, se lanzó a la producción de gel de manos desinfectante para hospitales en tres fábricas de perfumes y cosméticos en Francia.
Ontario abandonará su precio de electricidad por tiempo de uso, al menos temporalmente, a medida que más personas trabajen desde casa o simplemente se queden en casa durante las horas pico.
Según un informe, las tarifas bajarán de un precio máximo de 20.8 centavos por kilovatio hora a 10.1 centavos por kilovatio hora. La caída de precios entro en vigencia desde el 24 de marzo y continuara durante al menos 45 días.
Por el momento, los contribuyentes de la hidroeléctrica de Ontario, tendrán solo una tarifa de electricidad en lugar de tres que comúnmente cobra la empresa de servicios de energía y el suministro de agua de la provincia.
El anuncio de la empresa hidroeléctrica de la provincia, si hizo en respuesta a la cantidad de personas que se quedan en casa durante las horas pico debido al brote de coronavirus y buscan alivio de cualquier aumento de la factura como resultado.
El gobierno estima que la medida ahorrará a los clientes residenciales $ 20 por mes, las pequeñas empresas podrían ahorrar $ 150, mientras que se proyecta que las granjas verán ahorros de más de $ 300 por mes.
Sin embargo, el costo para el gobierno será elevado: un estimado de $ 162 millones para el proyecto de 45 días, pero podría aumentar.
Además de la caída de precios, la provincia extenderá una moratoria sobre la desconexión de los clientes hidroeléctricos hasta el 31 de julio.
Las dos principales provincias de Canadá, Ontario y Quebec, ordenaron el cierre de todas las empresas que no son esenciales ante la rápida multiplicación de los casos de COVID-19, que ahora superan los 2,000 en todo el país.
Las últimas cifras proporcionadas este lunes por las autoridades canadienses señalan que 2,035 personas han contraído COVID-19 en el país, 603 casos más que los registrados un día antes, y el número de muertos se sitúa ya en 24.
Los primeros ministros de Ontario, Doug Ford, y Quebec, Francois Legault, indicaron que el cierre de negocios y empresas será obligatorio en las próximas horas, pero ambos recomendaron el cese inmediato de las actividades y que los ciudadanos se queden en casa.Legault dijo que el cierre de negocios no esenciales para el funcionamiento de Quebec se mantendrá al menos hasta el 13 de abril.
La decisión se produce después de que la provincia francófona ampliase el número de pruebas para detectar el COVID-19 y la cifra de infectados aumentase en más de 400 personas en las últimas 24 horas.
Legault señaló en una rueda de prensa que los datos señalan que la enfermedad se está propagando ahora a nivel comunitario y no a partir de personas que llegan a Quebec procedentes del extranjero.
Cierre de actividades no esenciales
En Ontario la orden de cerrar todos los negocios no esenciales se empezará a aplicar en la medianoche del martes al miércoles y se mantendrá durante 14 días.
«Esta decisión no la tomamos a la ligera y la gravedad de esta orden no se me escapa», declaró Ford.
En Ontario, el número de casos se situa en 503 tras la aparición de 78 nuevos contagios en las últimas 24 horas.
El cierre de Ontario y Quebec a todas las actividades que no sean esenciales para el funcionamiento de las provincias también coincide con las crecientes críticas de las autoridades del país ante el elevado número de personas que no están manteniendo el distanciamiento social.
Hoy, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, endureció su discurso durante una rueda de prensa y declaró que «ya basta» ante las imágenes de centenares de personas en las principales ciudades del país disfrutando en grupos en parques y lugares públicos, como si el país no estuviese en situación de emergencia.
«Váyanse a casa y quédense allí. Vamos a asegurarnos de que esto es lo que pasa. Ya sea educando a la gente u obligando el cumplimiento de las normas si es necesario», añadió Trudeau.
El presidente Donald Trump durante una conferencia en la Casa Blanca, Washington, el lunes 23 de marzo de 2020.
El presidente Donald Trump lo dijo sin rodeos: “No podemos dejar que la cura sea peor que la enfermedad”.
Trump, quien tuiteó la declaración anoche, se encuentra entre la espada y la pared en momentos en que aumentan las tensiones entre aquellos que alegan que el país necesita levantarse y apresurarse a evitar una profunda depresión, y los expertos médicos que advierten que, a menos que se tomen más medidas drásticas, el costo de vidas humanas será catastrófico.
Los expertos de salud han dejado claro que a menos que los estadounidenses sigan limitando drásticamente la interacción social _trabajando desde casa y aislándose_, el número de infecciones abrumará al sistema de salud, como lo ha hecho en algunas partes de Italia, provocando muchas más muertes. Aunque los peores brotes están concentrados en ciertas partes del país, como en Nueva York, los expertos advirtieron que la enfermedad se seguirá propagando.
Pero ahora que el centro de atención está en el impacto económico debido a que millones de personas se están quedando sin trabajo, los negocios están cerrando y los mercados financieros van en caída libre _socavando el mensaje de reelección de Trump_, el coro de críticas es cada vez más ruidoso.
“No podemos cerrar la economía. El costo económico para los individuos es demasiado grande”, comentó Larry Kudlow, principal asesor económico de Trump, durante una entrevista el lunes con el canal Fox News. “El presidente está en lo correcto. La cura no puede ser peor que la enfermedad y vamos a tener que hacer algunas compensaciones difíciles”.
Es una opinión que ha sido repetida por otras personas de la Casa Blanca, por algunos republicanos del Congreso y en Fox, donde el presentador Steve Hilton dio un monólogo el domingo por la noche que pareció, al menos una parte, haber inspirado el tuit de Trump.
“¿Conocen esta famosa frase de que la cura es peor que la enfermedad? Ese es exactamente el territorio hacia el que nos dirigimos”, comentó Hilton a sus televidentes, describiendo el impacto económico, social y humano del cierre como una “crisis aún mayor” que el coronavirus.
“¿Piensan que sólo el coronavirus es lo que mata a la gente? Este cierre económico total matará a la gente”, aseveró.
La Casa Blanca ya parecía estar dirigiéndose por ese camino.
Incluso aunque Trump tuiteó que esperaría hasta que terminaran los 15 días de cierres y aislamientos recomendados para tomar una decisión, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades se disponían a anunciar el lunes nuevas directrices que hacían posible que la gente que había estado expuesta al virus regresara al trabajo más rápido “portando una mascarilla por cierto tiempo”, dijo el domingo el vicepresidente Mike Pence.
Es un cambio en el tono de los mensajes que ha generado críticas de expertos en salud pública que insinuaron que Trump se arriesga a cometer un error peligroso si crea un conflicto entre la salud pública y el bienestar económico de la nación, dado lo poco probable que es que la amenaza del virus disminuya en una semana.
Si Estados Unidos interrumpe el distanciamiento social mucho antes de lo debido, “tendrá más muertes y más caídas en el mercado de valores”, advirtió Lawrence Gostin, de la Universidad de Georgetown, un abogado con experiencia en salud pública.
Y el brote podría resurgir cuando la gente retome sus rutinas de comunicarse, trabajar, salir a comer y socializar, abrumando aún más a la economía.
John Auerbach, presidente del grupo independiente Trust of America’s Health, que trabaja con los gobiernos de todos los niveles para mejorar la preparación ante emergencias de salud pública, dijo que enfermedades y muertes generalizadas también tienen un enorme impacto económico que es imposible ignorar o minimizar.
“Si no aplanan la curva y reducen el número de personas que están infectándose, la cantidad de enfermos paralizará a los negocios”, dijo Auerbach.
Incluso el senador republicano Lindsey Graham, un aliado cercano de Trump, le pidió aferrarse a las recomendaciones emitidas por las autoridades de salud pública.
“No hay una economía funcional hasta que controlemos el virus”, tuiteó. “Tratar de operar una economía con los principales hospitales desbordados, con médicos y enfermeros forzados a dejar de tratar a algunos porque no pueden ayudar a todos, y con cada momento de caos médico mostrándose en nuestras salas, televisiones, redes sociales y en todas partes del mundo”.
“Cuando se trata de cómo combatir la pandemia de coronavirus”, añadió Graham, “tomo mis decisiones basándome en profesionales de la salud como el doctor Fauci, entre otros, no en pronósticos políticos”. El médico Anthony Fauci es el experto de enfermedades infecciosas del país.
Pero Stephen Moore, exasesor económico de Trump, dijo que es momento de “comenzar a pensar en qué clase de costos para la sociedad estamos absorbiendo de esta parálisis”, incluidos decenas de millones de desempleados y posibles repuntes en las muertes por sobredosis de drogas y suicidios.
“No existe una buena solución aquí, sólo malas soluciones”, reconoció Moore. “Y para mí, la peor solución es paralizar a la economía”.
El cantante de ópera español Plácido Domingo informó el domingo que tiene coronavirus.
El artista de 79 años de edad hizo el anuncio mediante su página de Facebook.
Añadió que está en cuarentena autoimpuesta junto con su familia y que se siente bien a pesar de tener fiebre y tos.
Domingo, uno de los más reconocidos cantantes de ópera del mundo, recientemente ha sido acusado de acoso sexual por varias mujeres, lo que le ha llevado a publicar una disculpa y a cancelar varias presentaciones.
España es el tercer más afectado por el coronavirus, después de Italia y China. En España hay 28.572 casos y 1.720 fallecimientos.
Las autoridades chinas anunciaron el martes que el confinamiento impuesto hace dos meses en gran parte de la provincia de Hubei, la más afectada por el brote del coronavirus, terminará a medianoche, mientras el número de casos seguía remitiendo.
Las personas sin problemas de salud podrán marcharse, explicó el gobierno provincial. La ciudad de Wuhan, donde se originó el brote a finales de diciembre, seguirá aislada hasta el 8 de abril.
China impidió la entrada y salida de Wuhan el 23 de enero en un sorpresivo anuncio a medianoche, y amplió las restricciones a la mayoría de la provincia en los días posteriores. Los trenes y vuelos quedaron cancelados y se instalaron controles en las carreteras de la región del centro del país.
La drástica medida se adoptó cuando el nuevo coronavirus comenzó a expandirse al resto de China y por el extranjero durante el Año Nuevo Lunar, un feriado que muchos chinos aprovechan para viajar.
El virus se propagó durante semanas por Wuhan, la capital de la provincia, y por ciudades próximas. Los hospitales se desbordaron y, rápidamente, se levantaron otros temporales para tratar de aislar al creciente número de personas contagiadas.
De forma gradual, el brote se fue controlando y Hubei lleva casi una semana sin reportar nuevos casos.
La decisión de levantar la cuarentena muestra la aparente confianza de las autoridades en el éxito de las drásticas medidas en gran parte de China. Tras blindar Wuhan, rápidamente se decretó lo que en ese momento eran medidas sin precedentes en la mayor parte de Hubei, donde viven decenas de millones de personas, además de a otras zonas del país de 1.400 millones de habitantes.
Sin embargo, sigue sin estar claro si otras ciudades y provincias, como la capital, Beijing, permitirán que quienes salgan de Hubei entren en sus jurisdicciones, y se espera que las normas de cuarentena sigan en vigor para quienes viajen fuera de sus zonas.
Las autoridades han puesto su atención ahora en la amenaza de que el virus regrese al país desde el extranjero. La mayor parte de los nuevos casos se dan en gente que viene de fuera. Beijing, Shanghái y otras ciudades importantes han impuesto una cuarentena obligatoria de 14 días para todos los que regresan, a cumplir en hoteles o en otros lugares seleccionadas por el gobierno y cuyos gastos corren a cargo del aislado. Se permiten algunas excepciones, como en el caso de los que viven solos, que podrán cumplirla en sus casas.
Decidida a cerrar la puerta a la crisis, a partir del miércoles, Beijing también exigirá que quien llegue desde el extranjero pase una prueba de coronavirus además del aislamiento.
La Comisión Nacional de Salud reportó 78 nuevos casos el martes, de los cuales 74 eran importados.
Al mismo tiempo, el gobierno está redoblando sus esfuerzos para reactivar la segunda mayor economía del mundo y llevar dinero a los bolsillos de los trabajadores que llevan semanas sin ingresar un salario. Aunque la mayoría de las atracciones turísticas de la capital seguirán cerradas, grandes tramos de la Gran Muralla abrirán, así como algunos restaurantes, que no podrán permitir que sus clientes se sienten frente a frente.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, propondrá un aplazamiento de un año para los Juegos Olímpicos de Tokio durante sus conversaciones con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, según dijo el martes la televisora pública nipona NHK.
Abe ha dicho que aplazar el evento sería inevitable si los Juegos no podían celebrarse al completo en medio de la pandemia del coronavirus, que ha supuesto cierres de fronteras y la suspensión de eventos multitudinarios como eventos deportivos, además de restricciones al movimiento en multitud de países.
Abe mantuvo conversaciones telefónicas con Bach después de que el COI indicara que tomaría una decisión sobre los Juegos de Tokio en las próximas cuatro semanas.
Aplazar el evento supone complicaciones logísticas como la disponibilidad de sedes en Japón, la alteración de los calendarios deportivos internacionales durante cualquiera que sea la nueva fecha seleccionada, el restablecimiento de los procesos de clasificación, y las consideraciones de seguros; tanto el COI como el comité organizador cuentan con enormes políticas, que tomará tiempo desenredar.