Foto: Patrick Kovarik / AFP
El presidente electo de Francia, Emmanuel Macron, empezó este martes a sumar apoyos para los comicios legislativas de junio próximo, en los que se definirá qué tanta gobernabilidad tendrá el nuevo mandatario, pues en un principio su partido, La República en Marcha, no cuenta con el respaldo de otras colectividades.
Primero fue el ex primer ministro socialista Manuel Valls quien anunció que desea ser diputado por el partido de Macron, argumentando que “los viejos partidos están muriendo o están muertos” y que su intención es dar “una mayoría amplia y coherente” a Macron “para que pueda gobernar”. Esto le costó críticas de su partido, el Socialista, que lo tildó de mal perdedor, pues nunca reconoció el triunfo de Benoit Hamon en las primarias presidenciales de la colectividad.
Por su parte, algunos miembros del otro partido tradicional, Los Republicanos, también mostraron su intención de apoyar al nuevo mandatario. Según el diario Le Monde, el exministro Bruno Le Maire, uno de los pesos pesados del movimiento, se declaró “listo” para trabajar con Macron, mientras que Christian Estrosi, alcalde de Niza, mostró gestos de cercanía con el presidente electo. Otro dirigente, el alcalde de Burdeos, Alain Juppé, pidió que su partido “no obstruya sistemáticamente” ni se oponga “frontalmente” a Macron en caso de que Los Republicanos no logren mayoría absoluta bajo la dirección del moderado François Baroin, quien intenta superar los escándalos del excandidato Francois Fillon.
Incluso, la situación del ultraderechista Frente Nacional (FN), que sopesa cambiar de nombre para que no esté tan asociado a su anterior líder, Jean-Marie Le Pen, condenado por xenofobia, favorece a Macron. De hecho, Marion Márechal Le Pen –representante del ala más conservadora del FN y sobrina de Marine Le Pen– se hizo a un lado por ahora. Se espera que este jueves Macron anuncie los nombres de sus 577 candidatos a las legislativas.
EFE
