El país sudamericano, la segunda economía de la región después de Brasil, votará en las elecciones presidenciales del domingo con un outsider radical, el libertario Javier Milei, en la primera posición para ganar, aunque probablemente enfrentará una segunda vuelta.
El economista de pelo revuelto y motosierra, que ha surgido de una relativa oscuridad durante el último año, llegó a la cima en las primarias abiertas de agosto y encabeza todas las encuestas de opinión por delante del ministro de Economía, Sergio Massa, y de la conservadora Patricia Bullrich.
Milei, de 52 años, es un ejemplo de la ira de los votantes argentinos por la inflación que puede alcanzar el 200% este año, los crecientes niveles de pobreza y la caída del peso que borra el valor real de los salarios y ahorros de las personas. Muchos culpan a la élite política y se han aferrado a la retórica de quemarlo todo de Milei.
«No me interesa la política pero Milei es borrón y cuenta nueva. Puede que esté loco, pero al menos dice lo que piensa», dijo Sebastián Pizzo, de 33 años, empleado de un restaurante en Buenos Aires.
La votación marca una encrucijada importante para Argentina, uno de los principales exportadores de granos del mundo, el país no. 4 productor de litio metálico para baterías eléctricas y una creciente actividad de petróleo y gas de esquisto que ha estado atrayendo inversiones e interés de Asia a Europa.
El país es también el mayor -con diferencia- deudor del Fondo Monetario Internacional, con un programa de préstamos pendiente de 44.000 millones de dólares, así como enormes deudas internacionales con tenedores de bonos y una importante línea de intercambio de divisas con China.
Quien gane tendrá un enorme impacto en la posición del país en el mundo. Milei criticó a China y prometió «quemar» el banco central, privatizar entidades del sector público y dolarizar la economía. Es antiaborto y antifeminista.
Milei es el candidato a vencer, pero las elecciones siguen siendo una carrera a tres bandas, y como las encuestas han demostrado ser poco confiables para las primarias de agosto (no lograron detectar el fuerte ascenso de Milei), nadie debería descartar otra sorpresa.
Los encuestadores generalmente coinciden en que el resultado más probable es que Milei quede primero, pero se enfrenta a una segunda vuelta cara a cara con Massa el 19 de noviembre. Un candidato necesita el 45% de los votos o el 40% con una ventaja de 10 puntos sobre el segundo. lugar para ganar directamente el domingo.
El analista político Carlos Fara dijo que el ascenso de Milei parecía marcar el fin del dominio de las dos principales facciones políticas del país, los peronistas de izquierda actualmente en el poder y el principal bloque de oposición conservador.
