El modelado federal del COVID-19 advierte que la variante Delta podría empeorar una posible cuarta ola de la pandemia, aún más de lo que se pensaba inicialmente.
Los funcionarios de salud que proporcionaron una actualización sobre la pandemia se centraron en lo que podría suceder con la propagación durante el otoño y el invierno.
Actualmente, los datos muestran que la cantidad de infecciones y hospitalizaciones continúa disminuyendo en todo el país, a medida que más canadienses se vacunan contra COVID-19.
Mientras eso sucede, las provincias están avanzando con planes para levantar las restricciones de salud pública implementadas para limitar la socialización y mantener baja la propagación.
Saskatchewan y Alberta planean en julio eliminar casi todas sus medidas, incluidas las reglas provinciales sobre el uso de máscaras.
Los funcionarios federales de salud dicen que la variante Delta es el «último obstáculo» para la lucha del país en la pandemia y podría hacer que se exceda la capacidad hospitalaria si se afianza durante el otoño y el invierno.
El modelo del gobierno se basó en suposiciones de que la cepa es más transmisible que otras variantes preocupantes y conduce a una enfermedad más grave en función de su propagación en el Reino Unido.
La directora de salud pública de Canadá, la Dra. Theresa Tam, explicó que la variante Delta es la cepa más contagiosa vista hasta la fecha y su presencia ha aumentado en Canadá.
Los datos federales muestran que la mayoría de los casos se encuentran en personas que no han sido vacunadas contra COVID-19 o que solo tienen una inyección.
