El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo hoy que la última tragedia en el Mediterráneo debe servir como otra «llamada a la acción» de la comunidad internacional para redoblar los esfuerzos por una migración «ordenada y segura».
Al inaugurar el Segundo Diálogo de Alto Nivel sobre Migración en la Asamblea General de la ONU, Ban lamentó el naufragio de una barcaza en la isla de Lampedusa, frente a las costas de Sicilia (Italia), hecho en el que murieron al menos 94 inmigrantes y unos 250 seguían desaparecidos.
«Debe servir como una llamada a la acción», dijo Ban, quien subrayó que la cara de la migración «está cambiando», y ahora la mitad son mujeres, uno de cada diez tienen menos de 15 años y cuatro de cada diez proceden de países en desarrollo.
El secretario general dijo que ante esta «realidad compleja», la comunidad internacional debe trabajar unida, «con coraje y visión», al abordar el fenómeno de la migración, reconociendo que sus acciones impactarán en millones de hombres, mujeres y niños.
Ban resumió algunos de los principales puntos recogidos en su último informe sobre migración, en el que aboga por la protección de los derechos humanos de todos los inmigrantes y la eliminación de su explotación, en particular la trata de personas.
«Necesitamos más canales para una migración ordenada y segura y alternativas a la detención administrativa de los inmigrantes», dijo Ban, quien exigió acabar con todas las formas de discriminación, incluidas las relacionadas con condiciones de trabajo y salarios.
El secretario general pidió medidas que aborden la situación de los inmigrantes desamparados en medio de crisis humanitarias, mejorar la percepción pública de esas personas y la integración de la migración en la agenda para el desarrollo.
También defendió la necesidad de reducir los costos relacionados con la migración, desde las comisiones por el envío de remesas, la transferencia de la seguridad social o el reconocimiento mutuo de titulaciones y calificaciones y conocimientos especializados.
«Es nuestra responsabilidad colectiva que la migración beneficie por igual a migrantes que países. Se lo debemos a los millones de migrantes que, con coraje y vitalidad, ayudan a que nuestras sociedades sean más prósperas y diversas», concluyó.
Por su parte, el presidente del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC), el colombiano Néstor Osorio, dijo que la migración internacional debe verse como un motor del desarrollo económico dada su importante contribución a alcanzar los Objetivos del Milenio.
Osorio, quien recordó que los 232 millones de inmigrantes que hay en el mundo enviaron el año pasado a sus países más de 400.000 millones de dólares en remesas, pidió actuar de manera «sistemática» y responsable» en los países de origen y destino.
El embajador colombiano añadió que el debate que está teniendo lugar en estos momento sobre la futura agenda de desarrollo después de 2015 representa una gran oportunidad para que se integre la migración en los planes de desarrollo.
A su vez, la representación de Cuba dijo que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños defiende el derecho humano a la migración y pide que los inmigrantes sean el centro de las políticas migratorias de los países.
Así, tras abogar por un «enfoque integral» que atienda las causas estructurales de la migración, Cuba pidió que las remesas que envían los migrantes a sus países no sean vistas como «sustituto» de la ayuda oficial al desarrollo o de las inversiones extranjeras directa.
Por último, lanzó una advertencia sobre el «continuo deterioro» de las condiciones de los trabajadores migrantes en los países de destino, «agravadas» por la crisis financiera, así como el aumento de la vulnerabilidad en los países de tránsito.
Naciones Unidas, 3 oct (EFE).-
