En Grecia, los incendios que amenazaban a los suburbios del norte de Atenas se extinguieron en gran medida el domingo, pero la situación empeoró en la isla de Evia.
Los incendios arrasaron los densos bosques de Evia, cortando las rutas de escape en tierra y provocando rescates por mar en la segunda isla más grande de Grecia. Los funcionarios locales han pedido más ayuda para combatir incendios.
Las turbulencias del aire y los fuertes vientos de los incendios en Evia dificultan el bombardeo de aviones y helicópteros, declaró a los medios el jefe de Protección Civil, Nikos Hardalias.
«Tenemos ante nosotros una tarde más difícil, una noche más difícil», agregó Hardalias, especificando que «todas las fuerzas que han estado librando una batalla difícil todos estos días seguirán operando con intensidad incesante, con el mismo sacrificio».
En otra parte de Grecia, un avión de extinción de incendios se estrelló en la isla occidental de Zakynthos durante un aterrizaje de emergencia. El piloto logró salir sin lesiones graves, pero la causa del accidente no se conoció de inmediato.
Más de 570 bomberos luchan actualmente contra las llamas en Evia.
Los equipos de emergencia de Grecia se han visto reforzados por bomberos, equipos y aviones de Rumania, Ucrania, Francia, Suiza, España y Egipto. Alemania también se está preparando para enviar más de 200 bomberos.
Los incendios, que comenzaron el martes, fueron provocados por la peor ola de calor de Grecia en más de tres décadas. Al menos dos personas han muerto.
