Centenares de personas participaron hoy en el funeral del polémico exalcalde de Toronto Rob Ford, quien murió la semana pasada aquejado de un raro cáncer liposarcoma, en un evento de marcado tinte político.
En varios momentos, el funeral de Ford, quien murió el 22 de marzo a los 46 años de edad y fue alcalde de Toronto, la mayor ciudad de Canadá, entre 2010 y 2014, pareció más un mitin político que un acto religioso.
La procesión funeraria, que siguió el ataúd del político y empresario conservador desde el ayuntamiento de Toronto hasta la catedral de St. James, estuvo dominada por varios centenares de personas que portaban pancartas de «Ford Nation», como se conoce popularmente a sus partidarios.
Y una vez en la catedral de St. James, uno de los hermanos del exalcalde, y también político, Doug Ford, proclamó al recordar al fallecido que «Ford Nation continuará» pese a la muerte de Rob.
Al funeral también asistieron las principales personalidades políticas de Toronto y la provincia de Ontario, muchas de ellas enemigos acérrimos de Rob Ford durante su mandato como alcalde de Toronto.
La figura de Ford saltó en 2013 a las portadas de los principales periódicos del mundo cuando su alcoholismo y uso de drogas fue recogido en un vídeo por un grupo de delincuentes mientras el entonces alcalde fumaba «crack».
El vídeo intentó ser vendido a dos medios de comunicación, pero desapareció antes de que se hiciese público, lo que permitió a Ford negar durante meses la existencia de las imágenes o su consumo de drogas.
Pero a finales de 2013, la Policía de Toronto se vio obligada a admitir que tenía en su posesión el famoso vídeo tras realizar una redada en un grupo de narcotraficantes de la ciudad.
Ford se vio obligado a admitir el consumo de drogas pero siguió como alcalde de la ciudad ante la incredulidad de gran parte de la ciudad.
Ford se presentó a la reelección en las elecciones de 2014, pero antes de que se produjese la votación anunció que padecía un cáncer y retiró su candidatura.
Toronto (Canadá), 30 mar (EFE).-
