VILNIUS, Lituania (AP) – Un destacado opositor al autoritario presidente de Bielorrusia fue arrestado el domingo luego de que el avión en el que viajaba fuera desviado al país luego de una amenaza de bomba, en lo que la oposición y funcionarios occidentales denunciaron como una operación de secuestro del Gobierno.
Raman Pratasevich, quien enfrenta cargos que podrían acarrear 15 años de prisión, estaba a bordo del vuelo de Ryanair desde Atenas, Grecia, a la capital lituana de Vilnius cuando cambió de rumbo para dirigirse a Minsk.
“Vi a un chico bielorruso con su novia sentado justo detrás de nosotros. Se asustó cuando el piloto dijo que el avión se había desviado a Minsk. Dijo que allí lo esperaba la pena de muerte”, aseguró el pasajero Marius Rutkauskas después de que el avión llegara a Vilnius luego de varias horas en la capital bielorrusa.
“Nos sentamos durante una hora después del aterrizaje. Luego comenzaron a liberar pasajeros y se llevaron a esos dos. No los volvimos a ver”, aseveró Rutkauskas.
Los sitios de seguimiento de vuelos indicaron que el avión estaba a unos 10 kilómetros de la frontera con Lituania cuando fue desviado. Hubo relatos contradictorios sobre la mudanza.
El servicio de prensa del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, informó que el propio presidente ordenó que un avión de combate MiG-29 acompañara al avión después de ser informado de la amenaza de bomba. El comandante adjunto de la fuerza aérea, Andrei Gurtsevich, informó que la tripulación del avión tomó la decisión de aterrizar en Minsk.
Pero Ryanair agregó en un comunicado que el control de tráfico aéreo de Bielorrusia ordenó al avión que se desviara a la capital.
El presidente lituano, Gitanas Nauseda, calificó el incidente de «acto terrorista patrocinado por el estado». Aseveró que el Consejo Europeo discutiría el caso el lunes y que propondría prohibir los aviones bielorrusos en los aeropuertos de la Unión Europea y «sanciones serias» contra el gobierno de Lukashenko.
“El espacio aéreo bielorruso es completamente inseguro para cualquier vuelo comercial, y esto debería ser considerado no solo por la UE sino también por la comunidad internacional. Porque ahora, este instrumento podría usarse para cualquier avión que cruce el espacio aéreo bielorruso ”, informó el ministro de Relaciones Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis.
Pratasevich es cofundador del canal Nexta de la aplicación de mensajería Telegram, que Bielorrusia declaró el año pasado como extremista después de que se utilizara para ayudar a organizar grandes protestas contra Lukashenko. Las protestas han disminuido en los últimos meses, pero las autoridades de Bielorrusia continúan reprimiendo a la oposición con arrestos.
El servicio de prensa presidencial de Bielorrusia añadió que la amenaza de bomba fue recibida mientras el avión estaba sobre territorio bielorruso. Más tarde, las autoridades dijeron que no se encontraron explosivos a bordo.
Los pasajeros fueron bajados del avión en Minsk. Después de que el avión llegó a Vilnius, el ministro de Defensa, Arvydas Anusauskas, informó que la novia de Pratasevich y otras cuatro personas no subieron a bordo.
“Averiguaremos quiénes son los otros cuatro que no viajaron con el resto. Lituania ha iniciado una investigación para averiguar qué sucedió realmente en ese avión ”, aseveró en Facebook.
La líder de la oposición exiliada, Sviatlana Tsikhanouskaya, pidió a la Organización de Aviación Civil Internacional que inicie una investigación.
«Es absolutamente obvio que esta es una operación de los servicios especiales para secuestrar un avión con el fin de detener al activista y bloguero Raman Pratasevich», dijo en un comunicado. «Ni una sola persona que sobrevuela Bielorrusia puede estar segura de su seguridad».
La OACI añadió más tarde que «está muy preocupada por el aparente aterrizaje forzoso».
Las autoridades bielorrusas informaron que había 123 pasajeros en el avión. Pero Landsbergis, el ministro de Relaciones Exteriores de Lituania, dijo que había 171.
Los países occidentales también expresaron su alarma.
Bielorrusia «mostró nuevamente su desprecio por la comunidad internacional y sus ciudadanos», expresó la embajadora de Estados Unidos, Julie Fisher, y calificó el evento de «peligroso y aborrecible».
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tuiteó: «Es absolutamente inaceptable forzar el vuelo de Ryanair de Atenas a Vilnius para aterrizar en Minsk».
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, sostuvo que «tal acto no puede dejarse sin consecuencias definidas por parte de la Unión Europea» y pidió la liberación de Pratasevich.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, calificó el incidente de «impactante» y acusó al gobierno de Lukashenka de poner en peligro la vida de quienes estaban a bordo del vuelo, algunos de ellos estadounidenses. Pidió la liberación de Pratasevich y que el Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional revisara el incidente.
“Los medios independientes son un pilar esencial que respalda el estado de derecho y un componente vital de una sociedad democrática. Estados Unidos condena una vez más el acoso continuo y la detención arbitraria de periodistas por parte del régimen de Lukashenka”, informó Blinken.
Estallaron meses de protestas en Bielorrusia después de las elecciones presidenciales de agosto pasado que, según los resultados oficiales, dieron a Lukashenko un sexto mandato en el cargo.
La policía reprimió duramente las protestas, detuvo a unas 30.000 personas y golpeó a muchas de ellas.
Aunque las protestas cesaron durante el invierno, Bielorrusia ha seguido tomando medidas contra la oposición y los medios de comunicación independientes. La semana pasada, la policía detuvo a 11 miembros del personal del sitio web de noticias TUT.by.
