En las circunstancias actuales un encuentro entre el presidente Juan Manuel Santos y el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, es casi imposible. Sin embargo, no hay que olvidar que la política es dinámica. Este jueves, el expresidente Ernesto Samper pidió a los gobiernos de los dos países «ponerse de acuerdo en unas reglas comunes» para manejar los temas migratorios que tienen que ver con las dos naciones.
Llegar a acuerdos en ese sentido es necesario. Según Migración Colombia, en comparación con 2016, durante 2017 se registró un incremento del 62% de venezolanos que se asentaron permanentemente en el país. La situación social cada vez luce más compleja y las autoridades han tenido que redoblar esfuerzos para intentar dar respuesta a las necesidades de los venezolanos.
Según Samper, «la relación de los dos países es una relación especial que no se puede limitar a las diferencias internacionales de naturaleza política o ideológica. La atención social de las poblaciones migrantes y de los habitantes de las regiones a donde están llegando con el manejo de los temas económicos y de seguridad en las fronteras son problemas que trascienden los comunicados entre las dos cancillerías y los enfrentamientos mediáticos».
Para el expresidente, si la comunicación entre los mandatarios fuese fluida, la respuesta a las exigencias actuales podría ser más asertiva.» Las soluciones no pueden quedar supeditadas a las diferencias políticas», agregó en diálogo con El Espectador.
Según dice, «las autoridades migratorias de los dos países deben coordinar el destino de los migrantes y sus necesidades para preparar a las autoridades territoriales que van a recibirlos y así permitir asimilar su presencia de una forma humanitaria, eficiente y oportuna».
¿La situación está siendo utilizada en la campaña política?
«No tanto como quisieran quienes en un país y en otro están tratando de convertir las relaciones entre Colombia y Venezuela en temas electorales, cubriéndolos de falsos nacionalismos o clichés ideológicos. Querámoslo o no los ciudadanos de los dos países van a terminar votando por lo mismo: empleo, salud, salarios y seguridad urbana», finalizó.
En este sentido, la canciller colombiana, María Ángela Holguín, anunció que el próximo 8 de febrero el presidente Juan Manuel Santos dará a conocer nuevas medidas para los venezolanos presentes en el país.
«El 8 de febrero el presidente estará en Cúcuta. La idea es que estas medidas no solo sean sólo en la ciudad de Cúcuta y en el departamento de Norte de Santander porque la problemática es más compleja», dijo Holguín a periodistas.
Las medidas, explicó la ministra de Relaciones Exteriores, se analizaron este martes en el Consejo de Ministros y contemplan áreas como salud, seguridad y migración.
Según un reciente informe de Migración Colombia, en el país hay 550.000 venezolanos y el flujo migratorio de personas de ese país se incrementó en un 110 % en 2017.
Con la visita a la ciudad fronteriza de Cúcuta, el presidente buscará escuchar la opinión de los alcaldes de la zona con respecto al incremento de la migración de venezolanos.
«Yo no diría que la migración es masiva porque los números tampoco dan para decir que es masiva, pero sí es una migración que vuelve más compleja la situación en algunas ciudades», precisó la ministra.
Desde hace meses, en parques y andenes de Cúcuta se ven venezolanos instalando colchonetas, sábanas que sirven de cortinas colgadas de árboles, fogones y ropa extendida, además de personas que hacen sus necesidades en espacios públicos y tuberías rotas que utilizan para poder acceder al agua.
Para poner orden, la Alcaldía y la Policía retiraron el pasado 24 de enero a 610 inmigrantes venezolanos que no tenían sus documentos en regla, a 130 de los cuales se les inició el proceso de deportación.
