Tres exalcaldes de Toronto se oponen al cambio de nombre de una de las calles más conocidas de la ciudad.
Los exalcaldes David Crombie, John Sewell y Art Eggleton enviaron una carta a la alcaldesa Olivia Chow y a los concejales de la ciudad, pidiéndoles que reconsideren la decisión de cambiar el nombre de Dundas Street.
“Henry Dundas, cuyo nombre lleva la calle, fue un abolicionista comprometido que, cuando enfrentó una fuerte oposición y una derrota segura, en lugar de renunciar a su búsqueda, abogó por medidas provisionales que finalmente conducirían a ese resultado”, se lee en la carta.
“Parece que estaba haciendo lo mejor que podía bajo circunstancias desafiantes en ese momento de la historia”.
El consejo votó a favor de cambiar el nombre de la vía este-oeste de 23 kilómetros en 2021 debido a la supuesta conexión del mismo nombre con la trata de esclavos. Henry Dundas nunca puso un pie en Toronto y fue un político británico activo desde la década de 1770 hasta principios del siglo XIX, cuando el parlamento debatía las mociones de abolición de la esclavitud.
La decisión de cambiar el nombre se produjo después de que un hombre de Toronto lanzara una petición en junio de 2020, luego de las discusiones globales sobre el racismo contra los negros a raíz de la muerte de George Floyd en Minneapolis. En ese momento, Andrew Louchhead, el hombre que inició la petición, calificó el legado de Dundas de “altamente problemático”.
Melanie Newton, copresidenta del comité asesor del consejo de la ciudad que analiza el tema del cambio de nombre, estudió el legado de Dundas y aseguró que cuando Gran Bretaña estaba sopesando la abolición, intervino e introdujo una moción para la «abolición gradual».
Los tres exalcaldes cuestionan la interpretación de la investigación y manifiestan que, en lugar de prolongar la esclavitud, Henry Dundas era, de hecho, un abolicionista comprometido que hizo todo lo posible para acabar con la esclavitud. Los alcaldes dicen que en 1778 tomó un caso de apelación “de una persona esclavizada traída a Escocia desde Jamaica por su dueño”.
Alegan que instó a los jueces de la corte suprema a rechazar “la idea de la esclavitud entre cualquier parte de nuestra especie”.
Quienes se oponen al cambio de nombre también han afirmado que la ciudad no puede pagar los costosos $8,6 millones para realizar el cambio debido a su enorme déficit presupuestario.
Antes del cambio de nombre esperado, se encomendó a un comité de 20 personas compuesto por residentes, concejales de distrito y dueños de negocios que invite a «historiadores y líderes comunitarios que se especializan en la historia y cultura negra e indígena» para proponer nuevos nombres.
