Un estudio publicado este fin de semana por el Intact Center on Climate Adaptation, encontró que Canadá carece de un sistema de planificación nacional o clasificaciones estándar en comparación con otros países. Estos sistemas se pueden utilizar para evaluar los riesgos para las zonas costeras y trazar el camino más inteligente a seguir.
Las conclusiones clave del informe de 94 páginas, llamado “mares en ascenso y arenas movedizas”, exigen que el gobierno federal desarrolle estándares nacionales, particularmente para soluciones naturales que van desde la restauración de dunas hasta el restablecimiento de marismas.
Joanna Eyquem, geocientífica con sede en Montreal que es autora del informe, indicó que Canadá está aproximadamente una década detrás del Reino Unido, que ha tenido mapas detallados de inundaciones disponibles para cada dirección desde 1999, así como un plan detallado para cada uno de ellos.
La protección costera canadiense, por el contrario, es supervisada por varios departamentos, incluidos Environment Canada, Infrastructure Canada y Public Safety Canada.
También aseveró que las comunidades más pequeñas a menudo enfrentan problemas complejos y la falta de personal para presentar solicitudes a los sistemas de financiamiento como el Fondo de Mitigación y Adaptación de Desastres de Ottawa, creado en 2018 y con financiamiento agregado este año.
Su informe señala que en algunas regiones costeras, las marejadas ciclónicas extremas pueden ser más de un metro más altas que los niveles de la marea. En el Atlántico canadiense, las proyecciones indican que el Golfo de San Lorenzo estará libre de hielo marino invernal para fines de este siglo, lo que resultará en un aumento de la altura de las olas y más marejadas ciclónicas invernales.
Sin embargo, los municipios rara vez tienen la experiencia necesaria para saber qué combinación de medidas sería la más adecuada para abordar los riesgos relacionados con el clima durante el próximo siglo.
El estudio señala que las combinaciones de sistemas naturales, como las mantas de fibras naturales que se utilizan para estabilizar el suelo o la infraestructura diseñada «dura» o «gris» como los malecones, están disponibles para proteger a las comunidades del aumento del nivel del mar.
Mientras las comunidades luchan por hacer frente, algunos grupos conservacionistas están llenando los vacíos con programas para ayudar a los propietarios individuales a certificar que sus hogares están equipados para hacer frente a la subida del nivel del mar y la erosión.
