La primera dama de EE.UU., Michelle Obama, acompañó al presidente en la ceremonia pública de la investidura para un segundo mandato con un vestido y un elegante abrigo inspirado en el tejido cuadriculado de una corbata de Thom Browne.
Hasta hace dos años Browne era un diseñador sólo para hombres, hasta que en 2011 comenzó con su firma para mujeres, con la que ha tenido gran aceptación.
La primera dama acompañó el modelo con un collar de J. Crew, diseñado por Cathy Waterman, y una chaqueta azul de Reed Krakoff, que utilizó durante la ceremonia privada de juramento que tuvo lugar el domingo en la Casa Blanca.
El abrigo, con cortes en la espalda, con vuelo en la falda y entallado en la cintura, lo complementó con un cinturón de pedrería también de J. Crew.
El modisto conoció en 2012 a la primera dama en la Casa Blanca cuando recibió el Premio Nacional de Diseño.
Browne creó el conjunto por encargo de la Casa Blanca, que hace meses pidió a varios diseñadores que enviaran sus ideas, pero según contó al diario The New York Times no sabía si lo luciría o no y dijo sentirse «abrumado» por haber sido finalmente elegido.
«Es uno de esos pocos momentos en la carrera de alguien que siempre se recuerdan», aseguró Browne, quien dijo no tener palabras para describir su emoción. «Es increíble», agregó.
El modisto, que se encuentra en París para participar en un desfile de moda, se enteró media hora después de que los telespectadores vieran a Michelle salir de la Casa Blanca a primera hora de la mañana con su vestido.
La forma de vestir de la primera dama ha despertados interés en el mundo de la moda en los últimos cuatro años, en los que se ha labrado un estilo propio.
No obstante, si en algo hay una gran curiosidad entre el público y entre los propios diseñadores es por saber qué vestirá esta noche en el baile de gala del llamado Día de la Inauguración.
Washington, 21 ene (EFE).-
