Estados Unidos aumentará las deportaciones y ampliará las vías legales para los posibles migrantes mientras se prepara para un posible aumento en los cruces fronterizos ilegales cuando las restricciones por el COVID-19 finalicen el próximo mes, explicaron los funcionarios estadounidenses.
Estados Unidos duplicará o triplicará la cantidad de vuelos de deportación a algunos países y tratará de procesar a los inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente «en cuestión de días», aseguraron el Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos en una hoja informativa sobre sus planes.
Al mismo tiempo, EE. UU. ampliará las vías legales para los migrantes, alentándolos a solicitar el reasentamiento de refugiados u otras formas de entrada en dos nuevos centros de procesamiento en Guatemala y Colombia sin tener que viajar a la frontera entre EE. UU. y México.
Los centros, con el apoyo de las Naciones Unidas, tienen como objetivo evaluar entre 5.000 y 6.000 migrantes cada mes, ya que Estados Unidos se ha comprometido a aceptar más refugiados del hemisferio occidental. Canadá y España también han dicho que aceptarían inmigrantes a través de los centros, aseveraron funcionarios estadounidenses.
Los centros también procesarán solicitudes de reunificación familiar, un programa ya disponible para cubanos y haitianos que ahora se ampliará a ciudadanos de Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras, dijeron funcionarios estadounidenses. El programa permite que ciertos inmigrantes con parientes estadounidenses ingresen y trabajen legalmente mientras esperan sus visas estadounidenses.
La combinación de medidas de aplicación de la ley de inmigración y nuevas formas legales de ingresar al país es parte del plan del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para abordar un posible aumento de la inmigración ilegal cuando se espera que las restricciones fronterizas por el COVID-19, vigentes desde 2020, finalicen el 11 de mayo.
Biden, un demócrata, ha tenido problemas políticos con un número récord de migrantes atrapados cruzando ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México y gradualmente endureció su enfoque de la vigilancia fronteriza.
Los republicanos han dicho que Biden no ha logrado frenar los cruces y quiere volver al enfoque de línea más dura del expresidente Donald Trump, el favorito para la nominación presidencial republicana.
Biden, que busca la reelección en 2024, ha tratado de andar con cuidado, lo que enfureció a algunos demócratas y defensores de la inmigración al adoptar medidas más restrictivas y al mismo tiempo prometer un enfoque más humano que el de Trump.
El plan de Biden para el levantamiento de las restricciones de COVID, conocido como Título 42, se centra en una nueva regulación que se espera que finalice en las próximas semanas y que se asemeja a las políticas de la era Trump bloqueadas por los tribunales estadounidenses.
La regulación negaría el asilo a los migrantes que atravesaron otras naciones sin buscar protección allí primero o que no usaron las opciones legales de EE. UU. para ingresar.
