Con la muerte de la reina Isabel II y la ascensión de Carlos como rey de Inglaterra, ha surgido nuevamente la pregunta de si Canadá debe permanecer al margen de la monarquía o convertirse en su propia república.
Tom Freda, el Director Nacional de Ciudadanos de una República Canadiense, es un defensor de la separación del país de la monarquía y cree que no sería difícil hacerlo.
“La verdad es que la constitución ni siquiera menciona la monarquía. Menciona la oficina de la Reina. Y varias acciones legales, incluso nuestra Ley de Sucesión al Trono de 2013, que establece que el gobierno canadiense puede determinar quién asume el cargo de Reina”, explicó Freda.
Afirmó que el término “la Corona” no necesariamente tiene que ser sinónimo de monarquía.
“Durante 70 años, nuestra oficina de la reina ha evolucionado”, explicó Freda. “Eventualmente, Canadá tendrá que lidiar con esto. Tendremos que abrir la Constitución. Y no es tan difícil como algunos dicen”, añadió.
El director de la Escuela Munk de Asuntos Globales y Políticas Públicas, Peter Loewen, indicó que es un tema curioso que enfrentará Canadá en los próximos años. “Somos una de las democracias continuas más antiguas del mundo y nuestro jefe de estado vive en otro lugar. No son ciudadanos de este país y no salen de este país para que puedas entender el lado valioso de esto”.
Aclaró que Canadá aún puede reconocer a la Familia Real, simplemente no es necesario que haya un vínculo constitucional.
Su idea es que el gobernador general que ejerce la función de jefe de estado en Canadá se convierta en el jefe de estado oficial.
“La función de un jefe de estado canadiense la lleva a cabo nuestro gobernador general. Ese es un proceso que comenzó hace 70 años y más. Ahora tenemos un gobernador general que tiene prácticamente los mismos poderes que un presidente parlamentario en cualquier otra parte del mundo. Ahora hagámoslo permanente”, aseveró.
Freda agregó que esto ya se ha hecho antes en Barbados, Trinidad y Tobago y Malta.
“Esto no es reinventar la rueda. Esto está utilizando un precedente internacional para lidiar con algo que debería haberse hecho hace décadas”, explicó.
Con la visita de la Reina en 1982, los cambios a la constitución solo reafirmaron al monarca como jefe de este país.
Hay un artículo en la Constitución que detalla que cualquier enmienda al cargo de Reina necesitaría el consentimiento unánime del Senado, la Cámara de los Comunes y la asamblea legislativa de cada provincia.
Según una encuesta realizada en abril, la mitad de los encuestados dice que Canadá no debería seguir siendo una monarquía en las próximas generaciones. Una cuarta parte mantendría la tradición y la forma de gobierno, mientras que un número similar no está seguro.
Mientras que el 55% de los canadienses apoya que se mantenga una monarquía constitucional mientras viva la reina, el apoyo al rey Carlos y la reina Camila se redujo al 34 por ciento en el país.
Los llamados renovados a una república también se han hecho más fuertes en Australia, donde el actual primer ministro dijo anteriormente que está a favor y nombró a un miembro del parlamento (MP) para explorar opciones.
El país tuvo un referéndum en 1999 en el que se derrotó el asunto de reemplazar al Gobernador General como jefe de Estado.
