Mientras los funcionarios de salud pública canadienses cuestionan la transparencia de China al compartir su información de vigilancia de COVID-19, los científicos están intensificando las pruebas de aguas residuales de los aviones para tratar de obtener una advertencia temprana de posibles nuevas variantes.
El viernes, el Aeropuerto Internacional de Vancouver se unirá al Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto para tomar muestras de materia fecal provenientes de los baños de los aviones para identificar qué variantes y subvariantes del coronavirus podrían traer los pasajeros y la tripulación a Canadá.
“Un sistema centinela para nuevas variantes: ahí es donde realmente vemos el valor agregado de las pruebas en los aeropuertos”, explicó el Dr. Guillaume Poliquin, vicepresidente de la Agencia de Salud Pública del Laboratorio Nacional de Microbiología de Canadá.
¿Dónde se realizarán las pruebas de aguas residuales?
El muestreo se llevará a cabo en los dos aeropuertos más concurridos de Canadá: Pearson International en Toronto y el Aeropuerto Internacional de Vancouver.
La Agencia de Salud Pública de Canadá (PHAC, por sus siglas en inglés) ha estado trabajando con científicos universitarios para analizar las aguas residuales de los aviones que llegan, así como los edificios de las terminales, en Pearson desde enero de 2022. Los desechos de los aviones que provienen de destinos nacionales e internacionales se han mezclado. juntos, dijo Lawrence Goodridge, profesor de la Universidad de Guelph y uno de los investigadores.
¿Por qué los aviones de China y Hong Kong se someten a pruebas separadas?
Ha habido una explosión de la enfermedad COVID-19 después de que el gobierno chino levantara las estrictas restricciones. En un comunicado de prensa emitido el 31 de diciembre, PHAC afirmó que China no ha proporcionado suficientes «datos epidemiológicos y de secuencia genómica viral» sobre esos casos.
Eso incluye información sobre qué variantes están circulando y cualquier posible nueva que surja.
¿Cómo funciona la prueba de aguas residuales?
Lo que sale de los inodoros de los aviones es una «sopa de aguas residuales» con cepas de virus y variantes de cientos de miles de personas, dijo Goodridge.
Los camiones transportan las aguas residuales a una instalación central donde los científicos toman muestras.
La primera parte del proceso consiste en separar los sólidos y líquidos de los desechos y eliminar cualquier «contaminante», como fibras y productos químicos, que puedan interferir en el proceso de análisis.
Luego, la «muestra limpia» pasa por un proceso de análisis del material genético, específicamente el ARN del virus, que está presente. Ese proceso, llamado «secuenciación genómica», utiliza algoritmos informáticos para encontrar variantes de COVID-19.
La secuenciación genómica permite a los científicos no solo encontrar variantes y subvariantes con las que ya están familiarizados, sino también ver cualquier cosa que parezca inusual o nueva.
