Canadá está cerrando su espacio aéreo a todos los aviones rusos, con efecto inmediato, asegurando que “haremos que Rusia rinda cuentas por sus ataques no provocados contra Ucrania”, así lo expuso el ministro de Transporte, Omar Alghabra.
Si bien Aeroflot no opera ningún vuelo directo a Canadá, tiene varios vuelos por día a través del espacio aéreo canadiense en ruta a EE. UU. y otros destinos.
Canadá es solo el último país en prohibir la aerolínea insignia de Rusia, Aeroflot, y otras aerolíneas.
Francia, Alemania, Austria, Italia, República Checa, Polonia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania y Luxemburgo ya han anunciado que cerrarán sus respectivos espacios aéreos a los aviones rusos.
Por separado, Air France anunció que suspendería los vuelos hacia y desde Rusia por razones de seguridad “hasta nuevo aviso”.
El primer ministro estonio, Kaja Kallas, tuiteó el sábado que las naciones occidentales deberían aislar a Rusia tanto económica como políticamente después de su invasión a Ucrania y dijo que “no hay lugar para los aviones del estado agresor en los cielos democráticos”.
Rusia ha tomado represalias al prohibir los vuelos comerciales desde varios países europeos. No está claro si prohibirán los vuelos canadienses a Rusia.
La medida también se produce inmediatamente después de que Canadá se una a los EE. UU. y la Unión Europea a desconectar algunos bancos rusos de SWIFT, el sistema dominante para las transacciones financieras globales.
Las restricciones del banco central apuntan a los más de $600 mil millones en reservas que el Kremlin tiene a su disposición, con la intención de limitar la capacidad de Rusia para respaldar el rublo en medio de las sanciones occidentales más estrictas. También limitarán severamente la capacidad de Rusia para importar y exportar bienes.
