
Luego de más de dos décadas de espera, Iván Zuleta se coronó como el nuevo Rey Vallenato en la categoría profesional del Festival de la Leyenda Vallenata.
Su triunfo, más que una victoria personal, representa el reconocimiento a una dinastía de tradición musical que ha marcado el vallenato desde sus raíces: los Zuleta.
“Si me muero hoy, me muero feliz”, dijo emocionado el acordeonero tras recibir la corona que dedicó a su familia, a su pueblo y, sobre todo, a su mentor musical: “Esta corona no es mía. Es del viejo Emiliano, de Carmen Díaz, de Poncho, de Emiliano, de Héctor, de Mario, de María, de Carmen Sara, de Carmen Emilia… de una dinastía en general. Y de mi padre musical, Diomedes Díaz. Él me lanzó, y desde el cielo sé que está feliz”.
Zuleta no solo fue ovacionado por el público que llenó el Parque de la Leyenda Vallenata, sino que también volvió a encender la chispa popular del festival. “Convocamos al pueblo, como lo hacía Alejo, Calixto, Alfredo, Luis Enrique… este festival fue para todos”, afirmó con orgullo.
En medio de la euforia, Iván anunció sus primeras acciones como Rey Vallenato. “Voy a recolectar 50 acordeones y los voy a llevar, en burro, chalupa o mula, a los niños que no tienen acceso a un instrumento. Ese es mi compromiso”.
Además, aseguró que el premio recibido será donado íntegramente a una fundación dedicada a la rehabilitación de habitantes de calle. “Después de pagarle a mis músicos, no me voy a quedar con un peso. Que sean testigos los medios”, recalcó.
A pesar de las críticas y los años de espera, Zuleta se mantuvo sereno, incluso frente a los ojos de sus competidores. “No me desestabilizó la ovación ni las miradas. Obedecí lo que Dios me mandó. Esto es obra suya”, aseguró.
Su presentación, llena de energía y con el sabor del vallenato tradicional, fue un regreso a los festivales de antaño. “Canté con el alma, movimos nuevamente al pueblo a llegar al parque. Que vengan todos los colegas, que vuelvan. El vallenato es de todos”.