El próximo Festival de Venecia tendrá en su Sección Oficial a directores como Andréi Konchalovski, Amos Gitai o Michel Franco pero faltará el cine de Hollywood, desaparecido a causa de la pandemia, tal y como revelaron hoy sus organizadores.
El director de la Mostra, Alberto Barbera, explicó en una rueda de prensa que el objetivo ha sido «preservar el corazón» del certamen, la celebración del cine, a pesar de estos difíciles tiempos que corren por el avance del coronavirus.
El presidente de la Bienal, Roberto Cicutto, defendió la decisión de mantenerlo y no aplazarlo o suspenderlo como hicieron algunos de sus competidores más directos, por ejemplo Cannes.
«No estamos orgullosos de ser los primeros. Nos habría gustado que se celebrara el resto de festivales, pero estamos satisfechos por lo que hemos logrado hacer hasta ahora. Por la selección de películas y por mantener la seguridad», declaró.
Un león de oro más oriental y sin Hollywood
Será una Mostra en la que las grandes producciones de Estados Unidos y el cine Latinoamericano, al que más atención ha prestado en los últimos años, desaparece casi por completo. Las pocas estrellas esperadas son Andrew Garfield, Maya Hawke, Casey Affleck o Vanessa Kirby.
Quién lo iba a decir teniendo en cuenta que en las pasadas ediciones salieron del Lido veneciano películas tan aclamadas como «Joker» (2019), «La La Land» (2016), «A star is born» (2019) o «Roma» (2018).
En la carrera por el codiciado León de Oro habrá dieciocho cintas, ocho de ellas rodadas por mujeres. Barbera subrayó que la presencia de las directoras se debe a criterios artísticos y no de género, pero aplaudió este incremento en la cuota femenina.
Konchalovski competirá con «Dear comrades», reconstrucción de una huelga soviética; Gitai con «Laila in Haifa», y el mexicano Michel Franco será el encargado de poner la única nota hispana a la principal sección con su película «Nuevo orden».
La directora Chloe Zhao mostrará a los trabajadores nómadas de Estados Unidos en «Nomadland», con Frances McDormand; Gianfranco Rosi recordará los horrores de la guerra siria en «Notturno», y el japonés Kiyoshi Kurosawa propondrá «Wife of a spy».
Más seguridad contra el virus
Esta presentación de la Mostra era más esperada de lo habitual ya que todo el mundo se preguntaba cómo se desarrollaría. Hoy no se aclaró si se prevé algún problema para que los artistas lleguen al Lido, dadas las restricciones actuales en los viajes en Italia.
El presidente de la Bienal veneciana adelantó que será un festival «distinto» en el que directores, prensa y público deberán someterse a distintos protocolos de prevención.
Para entrar en la zona del festival se tomará la temperatura, no habrá taquillas, sino que las entradas se comprarán por internet, habrá cines al aire libre y siempre se dejará un asiento vacío entre las personas para respetar la distancia dentro de la sala.
La idea es que Venecia desarrolle con la mayor normalidad posible el considerado festival internacional de cine más antiguo del mundo y servir a su vez como un «laboratorio» para los certámenes de un futuro que a todos parece incierto.