A pesar de la emoción que les generó reabrir restaurantes y bares al público, sobre sus dueños se cierne un recurrente miedo e incertidumbre de una ola de contagios, que es a su vez opacada por la alegría de los ciudadanos de volver a la “normalidad”.
Frustrados, enojados y desanimado, así es como se sienten los dueños de establecimientos que ven cómo otros sitios de entretenimiento desafían las normas de seguridad con demasiadas mesas y poco PPE para sus empleados; pronosticando así un futuro devastador como cientos de lugares en Estados Unidos que debieron cerrar tras un rebrote.
En el caso de Montreal, tras un comportamiento desobediente de los ciudadanos, que deja mucho que decir, quedó como resultado largas filas para las pruebas, con contagios en aumento y docenas de casos vinculados a bares, lo que provocó nuevas pautas provinciales.
Por otro lado, Alberta enfrentó 41 contagios nuevos relacionados con brotes en cuatro restaurantes en Edmonton a fines del mes pasado. BC por su parte, ha visto una exposición al COVID-19 en bares , clubes nocturnos y clubes de striptease desde su reapertura. Actualmente, Ontario se encuentra a la expectativa tras su reapertura de bares y restaurantes en gran parte de la provincia el viernes a medida que avanza a la Etapa 3.
Los picos posteriores a la reapertura inevitablemente plantean preguntas sobre si Canadá está simplemente unas semanas detrás de un vecino que reabrió antes.
En los Estados Unidos, una nueva ola de contagios está azotando prácticamente todas las regiones, y los casos aumentan en la mayoría de los estados ; registrar picos en varios de ellos; y la escasez de camas de hospital en Florida y otros lugares.
Para evaluar si los primeros signos en Canadá apuntan a un escenario similar al que se está propagando a través de los EE. UU., expertos en salud dieron su opinión con respecto a esta situación.
En el caso de BC, la doctora Bonnie Henry afirmó que «hemos abierto nuestros restaurantes y bares durante el último mes, y no hemos tenido brotes importantes».
Henry dijo que BC reabrió los establecimientos de una manera «manejable» que permitió a las personas socializar de manera segura, con capacidades más pequeñas, distanciamiento físico estricto, protocolos de higiene, y un plan de seguridad COVID-19.
‘No puedes comer y beber con una máscara’
Cuando el problema golpeó a los Estados Unidos, inicialmente se produjo con sigilo, como una serie de anécdotas, advertencias no escuchadas , titulares de noticias contradictorias y videos de pautas de seguridad que se ignoran.
En cuestión de días, los titulares dieron un giro inequívocamente más sombrío. Arizona reportó su mayor aumento de un día en los casos. Luego los casos siguieron creciendo hasta cuadruplicarse.
Ahora Canadá también está reabriendo lo que los expertos describen como algunos de los entornos de mayor riesgo: bares y restaurantes.
Las personas están en el interior, en contacto cercano, compartiendo alimentos y bebidas, mientras que las medidas comprobadas de control de infecciones, como el distanciamiento físico, la higiene de las manos y el uso de máscaras, también son mucho más difíciles de mantener. La propagación de COVID-19 entre los asistentes al bar que no muestran síntomas es otro factor de riesgo importante.
El mayor desafío en estos casos para los funcionarios de salud pública, es atrapar esos brotes de bares y restaurantes lo suficientemente temprano como para evitar que «se disparen» y amenacen a la comunidad.
Pero la estadística a tener en cuenta, según un epidemiólogo estadounidense, es el porcentaje de personas que dan positivo por coronavirus y en qué dirección va.
Esa es una métrica que Jennifer Nuzzo, epidemióloga de la Escuela de Salud Pública de Johns Hopkins Bloomberg sigue de cerca, como un indicador principal de hacia dónde se dirigen los totales de los casos.
“Si comienza a bajar, son buenas noticias; si se mueve hacia arriba, es una señal de alerta que se están omitiendo más casos de personas que están propagando el virus sin darse cuenta, y hay una creciente posibilidad de que se salga de control”afirmó.
El objetivo establecido por la Organización Mundial de la Salud es mantener las tasas de prueba positivas por debajo del cinco por ciento.
Según ese estándar, Estados Unidos está en forma brutal. La enorme cantidad de 33 estados de EE. UU. Tenían tasas más altas que el punto de referencia de la OMS el jueves, con varios por encima o por debajo del 20 por ciento.
Y aunque los números están cambiando, a medida que EE. UU. Se enfrenta a esta ola en curso, los datos recopilados por Google de los teléfonos inteligentes de las personas, mostraron que los canadienses hacen mucho más distanciamiento físico que los estadounidenses en el invierno y la primavera.
«Lo que sucedió en los Estados Unidos es que hicieron una reapertura rápida, incluso antes de acercarse a establecer su primera ola. Entonces, lo que está sucediendo ahora no es una segunda ola, es una continuación de la primera ola», señalaron expertos de la salud.
