Los conservadores exigen que Canadá se una a aliados como Estados Unidos y declare formalmente un genocidio la continua opresión de los musulmanes uigures en China.
Michael Chong, el crítico de asuntos exteriores del partido, está tratando de forzar la mano del gobierno liberal presentando una moción del día de la oposición que, si se aprueba, comprometería a la Cámara de los Comunes a declarar oficialmente la opresión china de los uigures de habla turca como un genocidio.
La moción también pide al gobierno que califique formalmente los crímenes cometidos por el régimen comunista como actos genocidas.
«La evidencia es clara. Se está produciendo un genocidio y Canadá no debe eludir su responsabilidad», afirmó Chong, y agregó que Canadá tiene una orgullosa historia de defender los derechos humanos a nivel mundial, como lo hizo al condenar el apartheid en Sudáfrica antes que otros países occidentales aliados.
«Debemos mostrar liderazgo. Debemos tomar una posición», añadió.
Los diputados del Bloc Québécois, Green y NDP también se pronunciaron a favor de la moción.
«Debemos llamarlo por lo que es. Toda la comunidad de naciones debe tomarlo en serio y esperamos que el Primer Ministro y su gobierno apoyen esta moción y den este paso», expuso el parlamentario del NDP Jack Harris, crítico de asuntos exteriores del partido.
Un diputado del Bloc, Alexis Brunelle-Duceppe, enmendó la moción para pedir formalmente al Comité Olímpico Internacional que traslade los Juegos Olímpicos de 2022 fuera de Beijing, haciéndose eco de una petición anterior del líder conservador Erin O’Toole.
Repitiendo una frase utilizada a raíz del genocidio del pueblo judío y otros grupos durante la Segunda Guerra Mundial, O’Toole afirmó que la historia juzgará a aquellos que dejaron que los horrores chinos pasaran sin control.
«En todo el mundo, hemos pronunciado solemnemente la frase ‘nunca más’, pero fracasa sin acción. ‘Nunca más’ exige acción antes de que se cometan más atrocidades», añadió O’Toole.
Los parlamentarios votarán sobre la moción el lunes.
El primer ministro Justin Trudeau y los ministros de su gabinete se han mostrado reacios a utilizar la palabra «genocidio» para describir las acciones de China contra los uigures. Esas acciones, según múltiples informes, incluyen el encarcelamiento de uigures en campos de concentración y «desradicalización», trabajos forzados, violencia sexual, métodos de control de la población y vigilancia con mano dura de la vida cotidiana.
Trudeau ha dicho que la palabra genocidio es un término «extremadamente cargado» y en este momento no está preparado para usarlo.