La candidata del partido gobernante, Clara Brugada, parecía una apuesta segura para ser elegida próxima alcaldesa de Ciudad de México. Sin embargo, el empeoramiento de la crisis del agua hace que muchos votantes reconsideren su elección de gobernar la ciudad más grande de México.
La capital se ha visto fuertemente afectada por una grave sequía a nivel nacional y, con ella, han aumentado las críticas a Morena, el partido que ha gobernado la ciudad y el país durante los últimos seis años.
Brugada, una economista de 60 años, contaba con el respaldo del 47% de los votantes potenciales, frente al 34% del candidato de la alianza opositora Santiago Taboada, según una encuesta del diario El Financiero.
A principios de este mes, la brecha se había reducido a 8 puntos porcentuales. Las encuestas internas realizadas por el equipo de Brugada y compartidas con Reuters muestran que la carrera es aún más estrecha.
«En algunas encuestas internas ya nos están pisando los talones. El problema del agua nos está pasando factura», dijo una fuente que trabaja en la campaña de Brugada bajo condición de anonimato.
Los portavoces de Brugada y Taboada no respondieron a solicitudes de comentarios.
En febrero, por primera vez, la escasez de agua superó a la seguridad como la principal preocupación de los casi 10 millones de residentes de la Ciudad de México, y el porcentaje de votantes que señalaron el problema se triplicó con respecto a mayo, según una encuesta de Aragón, una firma de investigación.
En Iztapalapa, un barrio pobre en expansión, la gente se levanta temprano para buscar agua y hace fila para llenar baldes de los camiones cisterna del gobierno.
Frecuentemente, el suministro gubernamental no satisface la demanda y los usuarios deben esperar hasta altas horas de la noche o pagar camiones cisterna privados.
«Estaba pensando en votar por Morena, pero ellos son los responsables de que ahora no tengamos agua», dijo Martín Juárez, habitante de Iztapalapa.
Sin duda, las raíces de los problemas del agua en la capital mexicana se remontan a décadas atrás. La falta de inversión y la mala planificación dieron como resultado un sistema plagado de fugas y distribución desigual.
Como los partidos de izquierda gobiernan Ciudad de México desde 1997, los votantes culpan en general a Morena y a su rival, el PRD, por la escasez, con especial atención en el presidente actual.
Taboada, un político de 38 años del partido conservador PAN, ha hecho de la escasez de agua un tema central de su campaña electoral. Ex gobernador municipal, prometió abordar de inmediato la escasez de agua mediante planes para mejorar la recolección, la gestión y la reutilización.
La oposición culpa al gobierno por décadas de abandono y advierte que la ciudad podría quedarse seca. Brugada, exlíder del gobierno de Iztapalapa, ha rechazado eso como una «mentira».
Ciudad de México es el corazón económico y político del país y el cargo de alcalde es uno de los principales, así como una plataforma de lanzamiento común para una futura candidatura presidencial, como lo fue para la actual candidata principal, Claudia Sheinbaum.
Una derrota de Morena sería un duro golpe para el partido, un gigante electoral en los últimos años, aunque los encuestadores consideran que es poco probable que la escasez de agua desempeñe un papel significativo en las elecciones presidenciales de junio.
Sin embargo, el creciente papel de la escasez de agua en las decisiones de los votantes es una ventana potencial hacia el futuro político de México y más allá a medida que el cambio climático impacta cada vez más la vida de las personas. En México, los científicos predicen que las sequías empeorarán en la capital y el norte.
El Sistema Cutzamala (compuesto por tres represas y que abastece el 25% del agua que se consume en la capital y casi la mitad en el vecino Estado de México) se encuentra al 40% de su capacidad, un mínimo histórico.
El en el 2023, fue el más seco y caluroso desde la década de 1940, según cifras oficiales, lo que significó que los embalses no se llenaron tanto como de costumbre.
Las autoridades advierten que si los niveles del Sistema Cutzamala caen aún más, podrían verse obligadas a cortar el suministro por completo.
«La crisis del agua está empeorando», dijo Gibrán Ramírez, miembro fundador de Morena y analista político que ahora representa al partido opositor Movimiento Ciudadano. «Sin duda será un tema en las elecciones».
