Ariel Henry, el primer ministro no electo de Haití dimitirá una vez que se haya designado un consejo de transición y un reemplazo temporal, dijo el lunes, después de liderar el país caribeño desde la 2021, año en el cual ocurrió el asesinato de su último presidente.
Durante su administración, las bandas criminales aumentaron su riqueza, influencia y territorio, lo que llevó a Henry a viajar a Kenia a finales de febrero para asegurar su apoyo a una misión de seguridad respaldada por las Naciones Unidas para ayudar a las autoridades.
Pero el conflicto se intensificó desmedidamente en su ausencia y dejó al neurocirujano de 74 años varado en el territorio estadounidense de Puerto Rico mientras los líderes regionales pedían una transición rápida.
«El gobierno que dirijo dimitirá inmediatamente después de la instalación de un consejo (de transición)», dijo Henry en un discurso en vídeo nocturno. «Quiero agradecer al pueblo haitiano por la oportunidad que me han brindado».
«Pido a todos los haitianos que mantengan la calma y hagan todo lo posible para que la paz y la estabilidad regresen lo más rápido posible», agregó.
Mientras tanto, los videos publicados en las redes sociales haitianas parecían mostrar celebraciones en la calle, con gente bailando, en un ambiente de fiesta y se veían fuegos artificiales en el cielo de la noche.
Un alto funcionario estadounidense dijo que Henry era libre de permanecer en Puerto Rico o viajar a otro lugar, aunque la seguridad en Haití tendría que mejorar para que se sintiera cómodo al regresar a casa.
El funcionario dijo que la renuncia se decidió el viernes.
Henry será reemplazado por un consejo presidencial que tendrá dos observadores y siete miembros votantes, incluidos representantes de varias coaliciones políticas, el sector empresarial, la sociedad civil y un líder religioso.
El consejo ha recibido el mandato de nombrar rápidamente un primer ministro interino; cualquiera que pretenda presentarse a las próximas elecciones de Haití no podrá participar.
Haití ha carecido de representantes electos desde principios de 2023 y sus próximas elecciones serán las primeras desde 2016. Henry, a quien muchos haitianos consideran corrupto, había pospuesto repetidamente las elecciones, diciendo que primero se debe restablecer la seguridad.
Los líderes regionales se reunieron el lunes en Jamaica para discutir el marco para una transición política, la cual Estados Unidos había invitado acelerar la semana pasada, mientras las bandas armadas buscaban derrocar a su gobierno.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, había dicho el lunes más temprano que el consejo tendría la tarea de satisfacer las «necesidades inmediatas» de los haitianos, permitir el despliegue de la misión de seguridad y crear las condiciones de seguridad necesarias para elecciones libres.
Cabe añadir, que Haití declaró el estado de emergencia a principios de este mes cuando los enfrentamientos dañaron las comunicaciones y provocaron dos fugas de prisión después de que Jimmy «Barbeque» Cherizier, líder de una alianza de grupos armados, dijera que se unirían y derrocarían a Henry.
La renuncia de Henry se produce junto con conversaciones regionales sobre la participación en una fuerza internacional, que había solicitado para ayudar a la policía a luchar contra las pandillas, cuyas brutales guerras territoriales han alimentado una crisis humanitaria, han cortado el suministro de alimentos y obligado a cientos de miles de personas a abandonar sus hogares.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo más temprano el lunes que Estados Unidos contribuiría con 100 millones de dólares adicionales a esta fuerza y 33 millones de dólares en ayuda humanitaria, lo que llevaría a Estados Unidos a la fuerza. compromiso total para la fuerza a 300 millones de dólares.
No obstante, no estaba claro cuánto tiempo llevará que los legisladores aprueben y transfieran los fondos. Un portavoz de la ONU dijo que hasta el lunes se habían depositado menos de 11 millones de dólares en el fondo fiduciario específico de la ONU, sin nuevas contribuciones desde que Haití declaró su estado de emergencia el 3 de marzo.
El Ministro de Relaciones Exteriores de México mencionó que el país había contribuido con una cantidad no especificada de fondos y pidió más acciones para detener el tráfico de armas a Haití.
La ONU cree que las pandillas haitianas han acumulado grandes arsenales de armas traficadas en gran parte desde Estados Unidos.
Las Naciones Unidas estiman que más de 362.000 personas han sido desplazadas internamente, la mitad de las cuales son niños, y miles han muerto en el conflicto general, con informes generalizados de violaciones, torturas y secuestros para pedir rescate desde 2021.
En Haití, el líder de una pandilla, Cherizier, ha amenazado con perseguir a los propietarios de hoteles que ocultan a políticos o colaboran con Henry. Exigió que el próximo líder del país sea elegido por el pueblo y viva en Haití, junto a sus familias.
Muchas figuras políticas haitianas influyentes viven en el extranjero.
«No estamos en una revolución pacífica. Estamos haciendo una revolución sangrienta en el país porque este sistema es un sistema de apartheid, un sistema malvado», dijo Cherizier.
Los residentes de la capital vieron intensos disparos durante el fin de semana cuando hombres armados en el centro rodearon el Palacio Nacional el viernes por la noche y el domingo Estados Unidos transportó por aire al personal de su embajada. El lunes, las autoridades extendieron el toque de queda nocturno hasta el jueves.
Washington dijo que buscaba acelerar el despliegue de la misión de seguridad planificada. Por su parte, Henry solicitó por primera vez una fuerza de seguridad internacional en 2022, pero los países han tardado en ofrecer apoyo y algunos han planteado dudas sobre la legitimidad del gobierno no electo de Henry en medio de protestas generalizadas.
Un gran número de personas en las comunidades haitianas y en el extranjero desconfían de las intervenciones internacionales después de que misiones anteriores de la ONU dejaron atrás una devastadora epidemia de cólera y escándalos de abuso sexual, por los cuales nunca se hicieron reparaciones.
Mike Ballard, director de inteligencia de la firma de seguridad Global Guardian, dijo que si las pandillas toman el control de puertos y aeropuertos, estarían a cargo de la ayuda humanitaria al país, y agregó que no creía que las fuerzas kenianas pudieran vigilar o mantener la paz de manera efectiva.
«Los países con intereses reales en la región necesitarán dar un paso al frente y ayudar a reforzar la seguridad», dijo, señalando a Estados Unidos, la vecina República Dominicana y otros miembros de CARICOM.
