La arquidiócesis más grande de la Iglesia Católica de Canadá tiene un nuevo hombre al frente.
Cerca de 1.200 personas asistieron a la misa de instalación de Frank Leo, quien ahora se desempeña como arzobispo de Toronto.
La ceremonia de instalación en la Catedral Basílica de San Miguel en el centro de Toronto tuvo lugar unas seis semanas después de que el Papa Francisco nombrara formalmente a Leo para el cargo.
Leo sucede al cardenal Thomas Collins, quien presentó su renuncia cuando cumplió 75 años en enero de 2022 en cumplimiento de una regla que establece que todos los obispos deben ofrecer su renuncia cuando alcanzan esa edad.
Leo fue nombrado obispo por primera vez en julio de 2022, lo que lo convierte en uno de los nuevos designados de Canadá para ese cargo, y dos meses después fue instalado como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Montreal.
Agregó que su nombramiento en Toronto fue una sorpresa, pero bienvenida.
“Espero dar el resto de mi vida como líder espiritual aquí desde una perspectiva simbólica y espiritual. Cuando te conviertes en obispo, obtienes un anillo y es una relación matrimonial conyugal”, declaró Leo.
Leo nació en Montreal en 1971 de padres inmigrantes italianos, ingresó al Gran Seminario de Montreal en 1990 y fue ordenado sacerdote para servir a la archidiócesis de la ciudad en 1996.
