El líder separatista catalán Carles Puigdemont compareció ante una multitud de partidarios en Barcelona el jueves después de siete años de exilio autoimpuesto y a pesar de una orden de arresto pendiente en su contra
Puigdemont subió a un escenario rodeado de funcionarios de su partido separatista de línea dura Junts en el monumento del Arco de Triunfo, ubicado cerca del parlamento catalán, y se dirigió a miles de partidarios que lo vitoreaban en catalán.
«He venido hoy a recordarles que todavía estamos aquí», les dijo. Su llegada no pareció ser obstaculizada por la policía.