No todo es magia en el hogar del Reino Mágico. Durante el último año, el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, ha librado una batalla muy pública con Walt Disney World, y aún no parece haber terminado.
La grieta se abrió hace más de un año, cuando la empresa matriz de la atracción, Walt Disney Co., con sede en California, se pronunció en contra de una controvertida ley estatal que limita las discusiones sobre orientación sexual y expresión de género en las escuelas de Florida.
DeSantis persiguió a Disney World, con sus cuatro parques temáticos, dos parques acuáticos y una multitud de hoteles y resorts, y lo despojó de su estatus de distrito fiscal especial, que esencialmente lo ha convertido en un enclave autónomo en el Estado del Sol durante más de 50 años.
Como muestra la disputa con Disney, el hombre de 44 años tiene un enfoque sin restricciones para enfrentarse a empresas y entidades que no comparten sus puntos de vista. Pero sus tácticas políticas podrían tener implicaciones más amplias.
Así es como comenzó la disputa DeSantis-Disney, por qué continúa y por qué es importante más allá de Florida.
Disney se pronunció sobre la ley ‘Don’t Say Gay’
En la primavera de 2022, DeSantis firmó lo que se conoció como la ley «No digas gay», en realidad es la Ley de Derechos de los Padres en la Educación, que prohíbe cualquier discusión sobre orientación sexual o identidad de género en las clases desde el jardín de infantes hasta el tercer grado.
Una expansión de la ley, que extendería la restricción a todos los grados, ahora se está abriendo paso en la legislatura de Florida.
La ley provocó un debate a nivel nacional y fue condenada por grupos de derechos humanos, defensores de la libertad de expresión y organizaciones educativas.
El personal de Disney World, que es uno de los mayores empleadores del estado, exigió que la empresa tomara una postura.
El entonces CEO de Disney, Bob Chapek, finalmente emitió un comunicado en el que decía que la compañía y sus líderes «apoyan inequívocamente a nuestros empleados LGBTQ+, sus familias y sus comunidades».
Chapek también declaró que tuvo una conversación con el gobernador para expresar las preocupaciones de Disney.
Contraataque de Disney
Si bien puede haber parecido un momento de misión cumplida para DeSantis, Disney se le adelantó.
A principios de febrero, la junta saliente de Reedy Creek acordó devolver gran parte de su poder a Walt Disney Parks and Resorts US Inc., lo que significa que la junta entrante tiene una capacidad limitada para tomar decisiones más allá de administrar la infraestructura básica.
En este acuerdo con Disney, los miembros salientes de la junta también agregaron otra cláusula: una digna de un rey.
La cláusula establece que se permite que el nuevo acuerdo con Disney continúe «hasta veintiún (21) años después de la muerte del último superviviente de los descendientes del rey Carlos III».
Aunque ni Florida ni los EE. UU. están gobernados por la monarquía, es una práctica legal común vincular un acuerdo a la vida útil de una persona en particular. Debido a que tienden a vivir más que la mayoría, los miembros de la Familia Real son opciones populares. En este caso, la descendiente más joven del rey Carlos es la princesa Lilibet, la hija de casi dos años del príncipe Harry y su esposa, Meghan.
Nada de esto se hizo en secreto. El trato se hizo en una reunión programada y todo está registrado. Pero parece que nadie estaba prestando mucha atención.
Después de que la nueva junta se enteró del acuerdo casi un mes después, contrató abogados. Un DeSantis furioso ha ordenado una investigación sobre lo sucedido.
Por qué este problema va más allá de Florida
El director ejecutivo actual de Disney, Bob Iger, criticó a DeSantis en una reunión de accionistas esta semana y dijo que las represalias del gobernador contra la compañía, por hablar sobre una legislación controvertida, eran «antiempresariales» e incluso «antiflorida».
Disney World es el principal atractivo turístico del estado, con sus cuatro parques temáticos registrando un total combinado de 36 millones de visitas en 2021, incluidos muchos de los 3,5 millones de canadienses que viajan a Florida anualmente. Es un contribuyente clave al sector turístico de la Florida Central, que se estima que tiene un impacto económico de más de $75 mil millones de dólares para las empresas y otras industrias de la región.
Disney World genera más de $ 5 mil millones en ingresos fiscales estatales, según USA Today en 2021.
Florida es la cuarta economía más grande del país y Canadá es el mayor socio comercial internacional del estado, con más de $7.700 millones de dólares canadienses en comercio bilateral, según el sitio web del Comisionado de Comercio, que también señala que los empresarios canadienses operan cerca de 600 negocios en el estado.
Pero la influencia de DeSantis se expande más allá de su estado, y muchos republicanos siguen su ejemplo y lo ven como el futuro del partido.
