Feroces tormentas azotaron el martes a las vecinas Grecia, Turquía y Bulgaria, provocando inundaciones que causaron al menos cinco muertes, entre ellas dos turistas arrastrados por un torrente que arrasó un campamento en el noroeste de Turquía.
El ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, dijo que otras cuatro personas estaban desaparecidas después de que la inundación repentina arrasara el campamento en la provincia de Kirklareli, cerca de la frontera con Bulgaria. Agregó que alrededor de 12 turistas estaban en el lugar cuando llegó el agua.
Los equipos de búsqueda habían localizado dos cuerpos, dijo en X, la plataforma de redes sociales antes conocida como Twitter. «Los esfuerzos de búsqueda y rescate de los (cuatro) desaparecidos continúan ininterrumpidamente», añadió.
Imágenes de televisión mostraron a los rescatistas llevando a una niña y a un adulto a un lugar seguro, en algunas áreas, donde el agua les llegaba hasta la cintura. Las lluvias también dañaron y obligaron a cerrar una carretera principal, informó la televisión HaberTurk.
En Grecia, la policía prohibió el tráfico en la ciudad central de Volos, la cercana región montañosa de Pilion y la isla turística de Skiathos, mientras las lluvias récord causaron al menos una muerte, canalizaron torrentes hasta los muslos a través de las calles y arrastraron automóviles.
El departamento de bomberos aseveró que un hombre murió cerca de Volos cuando una pared se dobló y cayó sobre él. Cinco personas fueron reportadas como desaparecidas, posiblemente arrastradas por las inundaciones.
Las autoridades enviaron alertas a teléfonos móviles en varias otras zonas del centro de Grecia, la cadena de islas Espóradas y la isla de Evia advirtiendo a la gente que limitaran sus movimientos al aire libre.
Los arroyos se desbordaron y arrastraron los coches al mar en la zona de Pilion, mientras que desprendimientos de rocas bloquearon las carreteras, un pequeño puente fue arrastrado y muchas zonas sufrieron cortes de electricidad.
El ministro de Protección Civil de Grecia, Vassilis Kikilias, indicó que se pronosticaba que las tormentas amainarían después del mediodía del miércoles e instó a las personas en las zonas afectadas a permanecer en sus casas.
Kikilias advirtió que se pronostica que las lluvias se intensificarán más tarde el martes y nuevamente el miércoles por la mañana después de un breve respiro durante la noche.
El servicio meteorológico de Grecia dijo que la región de Pilion podría recibir entre 6,5 y 7 centímetros (2,5 a 2,8 pulgadas) de lluvia el martes y miércoles, mientras que se pronosticaron entre 5 y 6 centímetros para la ciudad central de Karditsa. Señaló que la precipitación media anual en la región de Atenas es de unos 40 centímetros.
La tormenta llega inmediatamente después de los grandes incendios forestales de verano que azotaron Grecia en las últimas semanas, algunos de los cuales arden durante más de dos semanas y destruyen vastas extensiones de bosques y tierras de cultivo. Más de 20 personas murieron en los incendios.
Los ríos desbordados causaron graves daños a carreteras y puentes. La zona también sufrió cortes de energía y las autoridades advirtieron a los residentes que no bebieran agua del grifo debido a la contaminación de las inundaciones.
Los fuertes vientos provocaron olas de 2 metros (6 pies) que chocaron contra las playas de centros turísticos en medio de lluvias torrenciales que inundaron calles y casas.
Imágenes de televisión mostraron coches y furgonetas rodantes arrastrados hacia el mar en la ciudad turística sureña de Tsarevo, la más afectada. Las autoridades declararon el estado de emergencia en Tsarevo e instaron a la gente a subir las escaleras, ya que las plantas bajas de algunos hoteles quedaron inundadas.
