Al menos cinco personas murieron decapitadas este domingo en el sudeste de Kenia en un ataque atribuido a miembros del grupo yihadista somalí Al Shabab, confirmó la Policía.
«Los cinco fueron sacados de sus casas a rastras y atados con cuerdas antes de ser asesinados», dijo el comandante de la Policía del subcondando de Lamu (donde ocurrió el incidente), Harrison Njuguna.
El ataque ocurrió este domingo de madrugada en el pueblo de Salama, cercano a la frontera de Kenia con Somalia.
Según Njuguna, el ataque pudo estar motivado por “una disputa de tierras de pastoreo”.
De acuerdo con los testimonios recogidos por los medios locales, participaron más de 30 hombres con atuendos militares y armados con pistolas, machetes y cuchillos.
Los ataques de Al Shabab en los territorios kenianos cercanos a la frontera con Somalia se han multiplicado en los últimos meses, lo que ha dejado decenas de muertos.
En enero, las autoridades de Kenia reconocieron un resurgimiento de las actividades del grupo en el este del país, especialmente a lo largo de la carretera en construcción que unirá el puerto keniano de Lamu con los vecinos Sudán del Sur y Etiopía.
El grupo yihadista perpetra a menudo atentados en la capital somalí, Mogadiscio, y otros puntos de Somalia para derrocar al Gobierno central -respaldado por la comunidad internacional- e instaurar por la fuerza un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
Al Shabab controla zonas rurales del centro y sur de Somalia y ataca también a países vecinos como Kenia y Etiopía.
El ataque más grave de Al Shabab en suelo keniano ocurrió en abril de 2015, cuando 148 personas murieron en el asalto a la Universidad de Garissa (este).
