LONDON – Solo un par de meses después de la pandemia de COVID-19, Nour Alard tuvo la idea de reunir las donaciones de ropa de sus amigos y entregarlas a las familias de refugiados locales en London, y así fue como nació One World United.
Después de compartir una publicación en las redes sociales en mayo preguntando a sus amigos si les gustaría donar su ropa poco usada, Alard dijo que la publicación se compartió más de 100 veces y llegó a más de 40.000 personas.
Cuando vio la cantidad de personas dispuestas a contribuir y ayudar con la causa, pensó «tal vez pueda hacer esto más grande de lo que había planeado».
Un mes después, Alard lanzó una organización sin fines de lucro que recolecta y distribuye ropa a familias refugiadas con la ayuda de un equipo de ejecutivos y voluntarios.
Alard afirmó que se enfoca en ayudar a las familias que han emigrado de otros países y que actualmente pueden estar viviendo por debajo del umbral de la pobreza o teniendo problemas para adaptarse a la vida en Canadá, porque muchos se han movido durante la pandemia global.
«Definitivamente me sorprendió, me sorprendió mucho ver este tipo de apoyo, no lo esperaba en absoluto», dijo Alard.
El equipo utiliza instalaciones de almacenamiento para guardar las donaciones que recolectan mientras se pone en contacto con las familias a través de las redes sociales y trabaja con otras organizaciones, principalmente con Embajadores de la Bondad, un equipo de jóvenes árabes voluntarios que ayudan a los recién llegados y a los necesitados dentro de su comunidad.
Este tipo de trabajo ocupa un lugar especial para Alard, quien emigró a Canadá con su familia desde Siria cuando estaba en primer grado.
«Entiendo hasta cierto punto las luchas de llegar a un país sin recursos, sin conexiones, sin idioma, etc.», dijo Alard.
«Simpatizo con él, por lo que ser capaz de hacer mi parte y retribuir, es autocumplido y me hace sentir bien saber que puedo tener un impacto», agregó.
El equipo consta actualmente de unos 25 voluntarios en toda la provincia, los cuales trabajan para recolectar y distribuir no solo ropa, sino también zapatos, accesorios, juguetes e incluso electrodomésticos de cocina.
Alard sostuvo que desde entonces el equipo se ha expandido para aceptar más voluntarios y adquirir más instalaciones de almacenamiento en otras ciudades, incluidas algunas fuera de la provincia, como Vancouver y Montreal.
Parte de lo que lo impulsó a crear la organización fueron los efectos de la pandemia y ver cuántas familias estaban luchando por tener acceso incluso a las necesidades básicas, dijo.
La organización también se ha asociado recientemente con Kijiji Canadá para organizar una campaña de ropa con sus empleados y ganar más tracción. También comenzaron a aceptar donaciones monetarias para ayudar a financiar su iniciativa y el trabajo que realizan.
Al-Shammaa, quien ha trabajado con familias dispersas por la provincia, dijo que muchos de los que emigraron a Canadá tanto con estatus de refugiados como recién llegados durante la pandemia le dijeron que estaban luchando por adaptarse y establecerse.
«He visto personas que dicen ‘muchas gracias, no puedo esperar hasta poder sostenerme por mi cuenta para poder ser parte de esto y ayudar a otros que han estado en mi situación», dijo Al-Shammaa.
Al-Shammaa afirmó que una historia que se destaca en particular para él fue cuando una madre siria de dos hijos que acababa de mudarse a Mississauga – Ontario, le dijo que se sentía perdida y que no sabía cómo adaptarse a la pandemia en curso.
Al-Shammaa conectó a la madre con un trabajador de caridad que pudo ayudarla a inscribirse en clases de inglés y ayudarla con el papeleo, desde la presentación de impuestos hasta la solicitud de una licencia de conducir.
Dijo que, en última instancia, este trabajo les permite cerrar estas brechas y tener un impacto directo en muchas familias que necesitan la ayuda y está particularmente agradecido de poder hacer este tipo de trabajo.
«Muchas personas tienen la suerte de no tener mucho de qué preocuparse por sí mismas y eso les da tiempo y recursos para ayudar a los necesitados», dijo Al-Shammaa.
